26 de diciembre de 2021

ELEGY - LOST (1995)

 





Elegy fue una banda holandesa fundada por el guitarrista Henk Van De Laars en 1986, y que practicaba una mezcla de Power/progresivo (más progresivo que power) de altísima calidad. 
Lost fue su tercer trabajo, publicado en 1995, y a estas alturas ya habían adquirido cierta reputación gracias a sus dos anteriores trabajos y a haber actuado frecuentemente sobre todo por Centro Europa y Japón (donde les salieron callos de firmar autografos), y junto a grupos de la talla de Annihilator, King Diamond, Angelwitch, etc. 
Sufrieron a lo largo de su trayectoria continuos cambios de formación (Van Den Laars abandonó la banda en 1999 tras la muerte de su madre) y escaso apoyo de su compañía discográfica, el sello alemán T&T Records, lo cual les impidió llegar a ser más grandes, aunque calidad, como digo, no les faltaba. 
Se cuenta además que en 1988 ganaron un concurso organizado por la prestigiosa publicación Metal Hammer, pero no recibieron ninguno de los premios prometidos, a saber, equipos de sonido, un concierto en el Hammersmith y un contrato con Polydor. 
Se veía que la suerte no estaba de su lado. 
Pese a todo, al final la constancia y el trabajo bien hecho dan sus frutos, y Elegy seguían cautivando a su cada vez más numerosa legión de fans con este tercer latigazo, en el que la formación consiste en Martin Hovinga (que tras este disco sería sustituido por Ian Parry), voz, los guitarristas Kenk Van Den Laars y Gilbert Pot, el teclista Gerrit Hager, el batería Dirk Bruinenberg y el bajista Martin Helmantel. Centrándonos en concreto en 'Lost', se trata de un disco muy completo, con un par de baladas, una instrumental donde Henk se luce, y sobre todo, mucha categoría.                               De siempre, la formación de los músicos de los países bajos ha sido extraordinaria, y aquí lo podemos aapreciar perfectamente.                 Siempre fueron comparados con Dream Theater, pero a mí me da que Elegy siempre fueron un puntito más agresivos.    
Agresivos pero sin pasarse, construyendo cada tema sobre intensos riffs y estructuras lo suficientemente complejas como para sorprender pero sin llegar a despistar o confundir, lo suficientemente duras como para sacudir la cabeza, y manteniendo en todo momento un puntito de melodía y accesibilidad que facilitan el disfrute total. El segundo tema, 'Everything' es el ejemplo perfecto. Un single de 6 minutos. Con un par.
Cada músico aporta su tremenda maestría al plan, destacan lógicamente las precisas y afiladas guitarras con unos solos de alta escuela, pero desde la voz de Hovinga, comparada razonablemente con la de John Arch, hasta la perfección de la base rítmica más el aporte en su punto exacto de los teclados da como resultado un álbum excepcional de una banda que aunaba elegancia y dureza como pocas.




7 de diciembre de 2021

EIDOLON - NIGHTMARE WORLD (2000)

 





Eidolon fue la banda que formaron los hermanos Drover y que se mantuvo en activo entre los años 1993 y 2007, publicando en ese tiempo 7 L.P'S, siendo este 'Nightmare World' el tercero de ellos, y, a juicio de la mayoría de fans y prensa especializada, el mejor de todos. 
Posiblemente lo sea, argumentos no le faltan y además no he escuchado toda su discografía.
 Aunque comercialmente todos los discos de Eidolon fueron 'poco exitosos', la verdad es que calidad no les faltaba. 
El hecho de que fuese una banda 'de estudio', es decir, que no realizase giras y muy pocos o ningún recital en directo con toda seguridad también contribuyó a la defunción del proyecto. Pero Eidolon sirvió como escaparate para que esos dos genios, tanto Shawn como Glen Drover, hiciesen llegar su talento a unas audiencias mucho más numerosas al fichar por bandas como Megadeth o King Diamond. 
Lo cierto y verdad es que 'Nightmare World' es un muy buen disco en el que destaca muy por encima de todo lo demás la portentosa maestría a las seis cuerdas. 
Guitarrista versátil y de técnica impoluta, Glen toca casi todos los palos, repartiendo crujientes y acerados riffs a diestro y siniestro, gustándose en los virtuosos solos y demostrando por qué es muy capaz de tocar en bandas de primer nivel.
 Metal de gran pureza, que abarca desde el thrash hasta lo progresivo pasando por el coqueteo con el Doom en el tema 'Repulsion', algún tema de estribillo más melódico como en 'Lunar Mission', el denso telón de acero que es 'Fortress Of Red', etc. etc; Eidolon despliegan todo un arsenal de potentes canciones, haciendo gala de innumerables recursos para conformar un trabajo variado y vigoroso que no dejará insatisfecho a ningún aficionado al buen Metal.
 Desde la embestida que abre y da título al disco hasta el cierre con ese descomunal temazo de 13 minutazos que es 'Dreamscape', pasando por una instrumental acústica, 'Majestic Interlude'...; riff tras riff Eidolon nos sumergen en ese 'mundo de pesadilla', con una producción nítida y sencilla que otorga a las guitarras un sonido realmente estremecedor, poderoso y pleno de energía y distorsión, sin artificios innecesarios, con todos los temas bien trabajados hasta el más mínimo detalle, incluso la portada... Heavy Metal en estado puro.
 Por cierto, mencionar también a los otros dos miembros, imprescindibles: Adrian Robicheaud  al bajo y Brian Soulard a las voces, ambos cumpliendo su papel con discrección pero con solvencia y oficio. 
Sin duda, un trabajo muy completo, una buena dosis de puro Metal. En vena.
 Bendita pesadilla.





5 de noviembre de 2021

ELF - TRYING TO BURN THE SUN (1975)

 



El canto del cisne de una banda que se disolvió, o para ser más exactos, cambió de guitarrista y de nombre, tan sólo unos meses después de su publicación.
 Un broche de oro para una etapa que va de 1967  a 1975, en la que publicaron tres redondos llenos de buen Blues/Rock. 
Por supuesto, Elf se convirtió en Rainbow gracias al señor  Padavona. Desde este momento en adelante, Ronald Padavona es Ronnie James Dio. Aunque, en mi opinión, el punto de inflexión hacia sonidos más duros se produjo definitivamente con el inconmensurable 'Rising' en 1976, RJD ya demostraba en esos tres álbumes con Elf sus divinas cualidades vocales. 
Esa garra y ese sentimiento inigualables, adaptados a lo que por aquél entonces hacía, es decir, ese rock setentero de raíces blues, algo endurecido por las guitarras de Steve Edwards (el primo Feinstein se largó en el 73 para montárselo por su cuenta con los magníficos 'The Rods'). De Edwards nunca más se supo después de que Mr. Blackmore entrase como un elefante en una cacharrería. 
Craig Gruber y Gary Driscoll, ambos ya fallecidos, son uno de los mejores combos rítmicos que se han visto. Y cierra el círculo un músico excepcional, como es Mickey Lee Soule, mago de las teclas, de esos que exclaman: '¡No dispare, sólo soy el pianista!'.
 Pero no sólo: suyos son los arreglos de cuerda de esa maravillosa canción titulada 'Wonderworld', que es como una pequeña y humilde 'Stairway To Heaven', salvando las distancias. 
Con una letra preciosa y una melodía deliciosa, nuestro pequeño elfo se reivindicaba como uno de los tipos más grandiosos del cotarro exclamando aquello de 'So Sail Away Into The Sun 'Cause I'm Everyone'. 
Había nacido una estrella. De las de verdad, de las del firmamento. Las que dan luz. 
Sólo por este tema el disco ya merece la pena, pero es que además tenemos casi 40 minutos de sonrisa pegada en la cara gracias a maravillas como ´Prentice Wood' (esa percusión impagable, ese interludio a mitad de canción, esos solos de Edwards al final..), 'Black Swampy Water', 'Liberty Road', el vacilón 'Shotgun Boogie' (donde Gruber se sale), la emotiva 'Streetwalker', etc. etc.
 Un disco ya añejo, con ese saborcillo de los viejos clásicos, entrañable y soberbio. 
Una verdadera obra de arte.




2 de noviembre de 2021

DEMON - BREAKOUT (1987)

 



Votado entre los 100 mejores álbumes de rock de todos los tiempos en Kerrang en los años 80, 'Breakout' es otro paso adelante más en la amplia trayectoria de los Demon. 
Un disco en el que suben un poquito la intensidad con respecto al anterior, Heart of our time (1985). Breakout es ciertamente más 'rockero', aunque mantiene ese estilo completamente peculiar y difícil de encasillar de los británicos (más británicos que nadie en 'England's Glory', donde sospecho que no hay ningún sarcasmo en la letra). 
Un disco muy lineal, donde ningún tema destaca excesivamente sobre otro y que logra mantener el interés hasta el final, gracias a los enérgicos riffs del tema que da título al disco o de 'The Big Chance', las atrayentes atmósferas de 'Through These Eyes' (grandioso solo de John Waterhouse) o 'Life On The Wire' (échale un vistazo al video y me cuentas) o a la intensidad de 'Hurricane' 
Los teclados de Watts y las guitarras de Waterhouse, de sonido cristalino y cálido además de cortante y afilado se reparten el pastel, o mejor dicho, las migajas que deja Mr. Hill, 'frontman' extraordinario y excepcional letrista. 
 En 'Breakout', compuesto a medias entre Hill y Watts, el susodicho etéreo estilo de Demon se basa principalmente en el Hard Rock de los 70, recubierto por una muy fina capa de Metal extraído de las minas de la NWoBHM, y salpicado de algunas gotas de 'progresividad', dejando detalles muy sutiles y delicados, como un perfume caro, fascinante y pomposo.
 Ese perfil poco accesible en principio para el gran público es precisamente lo que hace de Demon una banda única y hasta cierto punto incomprendida y por la que personalmente siento cierta debilidad.
Insuficientemente Heavys para los viejos guerreros, demasiado duros para los fans de Marillion y muy raros para mis hijas. 
Condenados a vagar por el mundo predicando su inquebrantable fe a quienes quieran escucharles, los cuales somos unos pocos elegidos. 
Ya sabes, no rompas el círculo... y disfruta de su excelente portada, preciosa ilustración, mientras te dejas llevar  por su seductora manera de entender el Metal.




5 de octubre de 2021

BLACK SABBATH - SABOTAGE (1975)



 


 

El tiempo es relativo.
 6 años pueden parecer una eternidad, o por el contrario, un breve lapso de tiempo. 
Para Black Sabbath, sus primeros seis años de vida, y con ellos sus cinco primeros álbumes, pudieron ser ambas cosas a la vez. 
Lo que está claro es que parece un periodo corto si consideramos el enorme crecimiento experimentado, pues pasaron de ser cuatro muchachos de los suburbios de Birmingham a crear todo un género musical, y a comenzar a gestar lo que acabaría siendo la banda más grande de todos los tiempos. 
Pero si lo miramos desde el punto de vista de la intensidad con que ese mismo periodo fue vivido por la banda misma, pudiera parecer una época infinita. En 1975, el agotamiento provocado por las continuas giras/grabaciones y el uso/abuso de algunas sustancias comenzaban a hacer mella.
 
Después de todo, eran humanos.
 Para colmo, a estos achaques se les añadieron algunos problemas legales con el 'management', de los cuales proviene precisamente el título del disco. 
Pero era sólo chapa y pintura. Humanos, sí, pero verdaderos genios.
 Con el propio Tony Iommi a los mandos de la producción (junto a Mike Butcher) y tomándose su debido tiempo (nada menos que 6 meses... teniendo en cuenta que 'Black Sabbath' fue grabado en 1 día, no está mal), lo que Black Sabbath hicieron fue simplemente coger toda esa rabia, mala hostia y hastío que sentían y volcarlos en la música. 
El resultado es una obra maestra (la 6ª consecutiva), en la que descubrimos el lado más Heavy de los Sabbath. Sí, sin duda, 'Sabotage' es el álbum más 'duro' de la era Ozzy.
Y por las composiciones e interpretaciones ofrecidas, nadie diría que estaban pasando una mala época. ¿Quién en 1975 podía inventar unos riffs tan portentosos y aplastantes como los de 'Symptom Of The Universe' , 'Hole In The Sky' o 'Thrill Of It All'?. ¿Y quién podía sacarse de la manga dos monumentos imponentes como son 'Megalomania' o 'The Writ'? 
¿Y quién podía adornarlo todo con un tema instrumental tan colosal y épico como 'Supertzar'?. ¿Quién, en definitiva, te podía sumergir en un trance orgásmico de tres cuartos de hora?. Yo os lo diré: Black Sabbath. 
Si por esa época todavía quedaba algún hereje (o sordo) que dudase de quién ostentaba la corona, con 'Sabotage'  Black Sabbath zanjaban el tema con un buen puñetazo en la mesa (aunque creo que a ellos les apetecía darlo en la cara de alguien).
Para algunos, el mejor disco de la era Ozzy,  y para el 99'9%, el último gran disco de dicha era. 
Para mí, un disco muy querido y entrañable. 
Solía descojonarme viendo las pintas que llevaban en la portada, (que por cierto también para muchos, es de las peores de la historia, pero eso es porque no pillan el chiste...).
Cosa fina.






19 de septiembre de 2021

ACID REIGN - THE FEAR & MOSHKINSTEIN (1989)

 


 



Siempre que hablamos de Thrash , lo primero que se nos viene a la cabeza (por lo menos a mí) es la BayArea, y por extensión los EE.UU. En el este el movimiento era más 'underground', con toda aquella movida del Hardcore neoyorquino, de donde surgieron gente como Anthrax, S.O.D., Nuclear Assault, Overkill, y alguna más que me dejo. 
Pero aquí en Europa, al margen de la demoledora factoría germana, desde las islas británicas también florecieron algunas joyitas. Acid Reign fue una de esas que casi pasan desapercibidas, pero que brillaron con intensidad cegadora, aunque por poco tiempo. Formados en 1985,  grabaron un E.P.  en 1988, 'Moshkinstein', bajo el sello Under One Flag, la filial europea de Music For Nations, más o menos, y dos años más tarde, llega este 'The Fear', su primer larga duración. 
Una joyita. Dos joyitas. 
Publicadas juntas en esta edición, quitando un tema del 'Moshkinstein', la instrumental 'Freedom Of Speech'. Decir que en el primero, tocaba la guitarra, junto a un tal Kev,  Gaz Jennings, sí, el de Cathedral, y en el segundo, junto al amigo Kev, su sustituto, Adam Lehan, sí, el de Cathedral. 
Curioso. 
Pero aquí aún no se habían enamorado del Doom tétrico y oscuro, sino más bien al contrario, hacían un Thrash esplendoroso y brillante, ágil, veloz pero contundente y potente a la vez, bordeando (por eso lo comentaba al principio) el estilo de la costa Este de los U.S.A., y aquello que llamaron 'Crossover', que es como la cara simpática del Thrash (ya sabéis, bermudas, skateboards, mosh y mucha birra...) pero que suelta cada ostia que flipas. Ellos lo llamaron 'United Kingdom Apple Core' (fijaros en la gorra del 'personaje' de la portada).
 Sentido del humor británico. 
Sentido del humor que dejan claro poseer desde el primer tema, y también en el video, donde H se marca un monólogo en plan El Club de la Comedia. Y cuando te estas descojonando de la risa, llega el siguiente temita y sin previo aviso te pone a sacudir la cabeza frenéticamente, y ya no puedes parar hasta que acaba el último tema.
 Así eran.
H, el cantante, Ian Gangwer (R.I.P.) al bajo y el batería Mark Ramsey, (lo has adivinado, el de Cathedral), eran las tres bestias que completaban la formación. 
Energía y adrenalina a raudales, una ejecución sobresaliente, excelentes guitarras, de sonido puro y nítido, que no se limitan a escupir multitud de riffs sino que se marcan unos solos geniales,  hiperactiva e impecable base rítmica y ni un segundo de respiro, con H espetando unas letras bien curradas. ¿Se puede pedir más?. 
Por cierto que Acid Reign giraron en in par de ocasiones con sus colegas de Nuclear Assault, además de haber tocado con gente como Exodus, Flotsam And Jetsam, Dark Angel o Candlemass. Creo sinceramente que 'The Fear' es un álbum que debería estar en los puestos más altos a la hora de elaborar un ranking de los mejores discos de Thrash Metal de la historia y que Acid Reign, que se disolvió finalmente en 1991, tras un segundo lanzamiento titulado 'Obnoxious', merecen ser reconocidos como una banda 'de las importantes', y que no llegaron a ser más grandes debido a su pronta separación, aunque en 2015 el vocalista Howard 'H' Smith resucitó el proyecto y publicaron su último trabaja hasta el dia de hoy 'The Age Of Entitlement' en 2019.
A disfrutarlo como energúmenos..





26 de agosto de 2021

RATT - INVASION OF YOUR PRIVACY (1985)

 




Con su debut 'Out Of The Cellar' sonando todo el dia en la radio y en la MTV en 1984, los Ratt habían pasado de ser superhéroes de Sunset Strip a algo más grande: una ruidosa y orgullosa banda de rock estadounidense que saltó a la conciencia nacional como verdaderos gladiadores listos para combatir en la arena. Ya fuese sobre los escenarios, por cierto cada vez más grandes, o entre bastidores en las fiestas que harían después de que terminara el espectáculo, estaban entre los más grandes: eran músicos que todos tenían que respetar, y unos 'prendas' en los hoteles. La verdadera esencia del Glam ochentero

Esa reputación fue la que la banda mantuvo en su segundo L.P., 'Invasion Of  Your Privacy' de 1985. De nuevo con Beau Hill en la sala de control del estudio, las chispas volaron y la banda armó el taco, poniendo a la escena Glam en todas las portadas de la prensa especializada, y todo patas arriba por donde pasaban. 
La estrategia para el procedimiento no era a simple vista demasiado complicada: Tome un riff de guitarra asesino, añada una base rítmica que suene como un trueno, y luego deje que el cantante Stephen Pearcy haga lo suyo. Versos vagamente sucios que engendran un coro masivo y adictivo: enjuague y repita hasta que llegue el momento culminante de los solos de guitarra. Llévelo a casa con algunos coros más y disfrute de los elogios de las 20.000 personas que están frente a usted, o de los dos millones que están escuchando su música en sus coches o habitaciones o a través de sus auriculares Walkman.

Fórmula sencilla y ya conocida, pero que los Ratt ejecutaban a la perfección. Era una banda con carisma, presencia y lo principal; talento.

Talento que se aprecia sin esfuerzo y muy especialmente en el apartado de las guitarras: pocas bandas en ese momento podían presumir de la 'doble hacha' que Ratt tenía, y nadie más tenía a Warren DeMartini tocando para ellos. Aunque Robbin Crosby era un solista sólido, sirvió como un complemento ideal para DeMartini, cuyo trabajo era prender fuego a las cosas sólo con marcarse unos endiablados y fenomenales solos, con melodía, velocidad y precisión. A veces en primer plano, otras subrepticiamente, logran ponerte los pelos como escarpias. Sin ningún género de duda, lo mejor de cada tema y el verdadero corazón de este disco. Aunque sin olvidar cómo no al batería Bobby Blotzer y al genial bajista de origen cubano Juan Croucier. Si esto fuese baloncesto, este sería un quinteto MVP. Por algo fue DeMartini quien sustituyó a otro monstruo como Jake E. Lee cuando éste se largó con Ozzy. Grandísimo guitarrista. Como el tiempo corre implacable,  Ratt han pasado por épocas más grises, y el brillo de sus lentejuelas está algo apagado, aunque ahí siguen Pearcy y el bajista, Juan Croucier, manteniendo a las ratas con vida. Sin embargo, a mediados de los 80, Ratt estuvo en la cima, fueron los putos amos durante una buena temporada, (cinco discos de platino consecutivos no están en el currículum de cualquiera) e 'Invasion Of Your Privacy'  te muestra por qué.
Uno de esos discos especiales y con cierta magia que marcaron una época. 

Ratt 'n' Roll!!!




29 de julio de 2021

SACRED REICH - INDEPENDENT (1993)





Es curioso apreciar cómo cambia la percepción de ciertas cosas con el paso del tiempo. Los vaivenes de la vida. Sacred Reich fueron aclamados como una de las estrellas más brillantes en el firmamento de la 'segunda ola del Thrash Metal', cuando publicaron sus dos primeros L.P's ('Ignorance', 1987 y 'The American Way' 1990), intercalados por dos E.P's igualmente exitosos como 'Surf Nicaragua' en 1988 y 'Alive At The Dynamo' en 1989. 
Un arranque arrasador. 
Pero tan sólo cuatro años más tarde fueron poco menos que crucificados por el lanzamiento de 'Independent' en 1993.
 Por aquella época, gran parte de la avalancha 'Thrasher' se había esfumado, hibernaba o permanecía aletargada bajo la influencia del flamante 'Groove', que arrasaba con Pantera como estandarte principal. Y cuando 'Independent' fue publicado, los que antes habían encumbrado a Phil Rind y compañía ahora les acusaban poco menos que de traidores. Y ahí es donde comprobamos una vez más que el tiempo lo pone todo en su sitio, por  encima de modas y de fariseos cantamañanas. Wiley Arnett lo explica de maravilla en este extracto de una interesante entrevista cuyo enlace dejo abajo:
  '(...)Y luego estaba esta progresión que pensamos natural de The American Way a Independent. Perdimos algunos fans con Independent, pero ganamos más. Metallica saca 'The Black Album' y la comunidad del metal cree que están acabados, y de repente todos los estudiantes universitarios en Estados Unidos que nunca han oído hablar de Metallica llevan camisetas de ellos. 
Eran tiempos extraños. 
Kurt Cobain se convirtió en un multimillonario, la movida alternativa de Seattle comenzó a triunfar, el metal comenzó a dejarse de lado un poco y nosotros sacamos Independent. (...) Imagina que te encuentras con tu amigo de cuando tenías seis años a quien no has visto en veinte años y estás decepcionado porque no actúa como si tuviera seis. 
Todos crecimos y esto también sucede musicalmente, para todas las bandas. Esta no es una defensa para nosotros y nuestro catálogo, es una defensa para Metallica, para Slayer, para todos. 
Quizás algunos se mantuvieron fieles mejor que otras, pero creo que hay una progresión natural. 
Cada vez que haces un disco, aprendes algo sobre ti mismo, sobre el estudio y cómo funcionan las cosas: colocación del micrófono, guitarra de siete cuerdas ... 
Hay una progresión natural e, inevitablemente, no escribirás el mismo disco seis veces, lo que enojaría a la gente. Mucha gente estuvo de acuerdo en que The American Way era genial e Independent era más de lo mismo. Era diferente a The American Way pero fue una progresión natural para la banda...' 

Conclusión: En pleno 2021, escuchar 'Independent' resulta una experiencia de lo más gratificante.




21 de julio de 2021

RAGE - PERFECT MAN (1988)

 





Para muchos aficionados, aquí es donde nace realmente Rage. Tras unos 5 años (desde la creación de Avenger, en 1983) en los que no terminaba de acertar con la receta, finalmente Peter 'peavey' Wagner, fundador, cantante, bajista y principal compositor, decide darle un nuevo enfoque al asunto. 
Para empezar, la banda se queda en un trío, con los acertados fichajes del guitarrista Manni Schmidt y del batería Chris Efthimiadis. Seguidamente, Peavey, en ocasiones en colaboración con Schmidt, compone 14 temas repletos de energía y velocidad; poderosos, directos y relativamente sencillos (apenas superan los 3 minutos casi todos ellos)
pero llenos de fuerza y agresividad, y además con ese sello personal que Rage siempre ha dado a sus canciones, añadiendo esos pequeños toques de melodía pegadiza que les caracterizó siempre.Aunque actualmente en sus directos tan sólo interpretan 'Don't Fear The Winter' (fue el single) de este álbum, el disco está repleto de grandes temas como 'Wasteland', 'A Pilgrim's Path', 'Animal Instinct', 'Perfect Man', etc.  La aportación de Manni Schmidt es esencial: guitarrista solvente y preciso donde los haya, hacedor de grandes riffs y de muy buenos solos dignos de disfrutar. Escuchando tocar a este tío, comprendes perfectamente por qué no escogieron a un segundo guitarra. El solito se basta. Pero tampoco el bateria griego Chris Efthimiadis se queda atrás, su potente pegada y su técnica perfecta apuntalan la estructura ideada por Wagner. La producción y los arreglos, a cargo de Armin Sabol, es pura y cristalina, sin añadir absolutamente nada innecesario, y consiguiendo un sonido excelente en el que cada instrumento se aprecia a la perfección, (incluido el bajo). 
Brutalidad nítida, lo llamo yo. 
Wagner, por su parte, nunca me pareció un cantante destacable, pero mantiene la fuerza suficiente para mantenerse a flote entre la avalancha guitarrera de Schmidt y el empuje inmisericorde de Efthimiadis. La cosa funcionó y a partir de aquí comenzaron las grandes giras europeas junto a gente como Saxon, Motorhead, Udo o Running Wild. 
Rage se han convertido a fuerza de trabajo duro y constancia en toda una institución. Y con este genial 'Perfect Man' comenzó todo.
 Imprescindible.






24 de junio de 2021

SACRED STEEL - WARGODS OF METAL (1998)

 

 


Sacred Steel siempre fueron catalogados como una banda de power metal, en su versión épica, lo cual puede ser acertado si atendemos al apartado de letras y estética, pero musicalmente es puro heavy con riffs rápidos y sonido pesado inspirado en la factoría del acero germánico de los 80. 
No hay nada demasiado elaborado o intrincado en la música o las letras. Es algo básico, tal vez genérico, pero al fin y al cabo, está hecho con entusiasmo, poder y energía, y producido por Bill Metoyer, que además es el narrador de la 'intro' 'Blessed By The Gods'. Casi nada.
Pretendiendo ser los más 'True Metal' del mundo, creando himnos sobre épicas batallas, sobre el orgullo de ser parte de la Hermandad del Metal, sobre el sentimiento incomparable que provoca esta música, etc, etc. 
 Tal vez sobreactúen (sólo hay que echar un vistazo a los títulos de las canciones), suenen demasiado pomposos o pretenciosos, pero creo que la clave está en no tomárselo demasiado a pecho. Como tampoco celebramos misas negras invocando a los poderes del infierno cuando escuchamos a cualquier banda de Black Metal (supongo yo). 
De lo contrario corremos el riesgo de caer en la auto-parodia y de que luego salgan l@s típic@s gilipollas de mierda soltando esa expresión que tanto odio: Que heavy!!!. Claro, no entienden absolutamente nada sobre ese sentimiento y por eso precisamente me repatea el hígado la gente que lo dice. Aunque de vez en cuando viene bien agarrar el hacha y gritar al mundo puño en alto lo heavys que somos. Bueno, ya me he desahogado un poco. 

Volviendo al asunto que nos interesa, mientras que otras bandas se complican la vida tratando de hacer cosas increíblemente elaboradas (lo cual está muy bien), Sacred Steel simplemente sale y te golpea en la cabeza con un mazo. Melódico y pesado. Genial. 
Por cierto, la banda estaba formada en esta época por los guitarristas Jörg Knittel y Oliver Grosshans, el bajista Jens Sonnenberg y el batería Mathias Straub. 
He dejado para el final y con mención aparte al vocalista, Gerrit P. Mutz. 
Tal vez sea el hecho de que nos hemos adoctrinado en las voces del monstruo de las galletas o los aullidos de los perros moribundos, el caso es que no es un cantante 'al uso'. Odiado por muchos, adorado por otros, es la típica voz que no deja indiferente a nadie. De registros agudos, sin ser (ni mucho menos) Halford, sin excesiva garra ni contundencia, sin grandes alardes técnicos y sin gran presencia. Y quizás ahí esté precisamente su encanto. A veces, menos es más. Peculiar y único, sin más. 
Tampoco Ozzy es o ha sido el mejor cantante sobre la faz de la tierra y ahí está el tio, aunque claro, también hay que tener su carisma y personalidad.  
Lo mejor es que lo escuches por tí mism@ y juzgues según tus sensaciones, eso sí, dejando a un lado prejuicios y expectativas exorbitadas.
 Al final, se trata de insuflar algo de adrenalina en las venas y de machacar unos cuantos cráneos de 'posers'. Nada más. 
Así que si escuchas este álbum, relájate y disfrútalo. 
Es divertido.




6 de junio de 2021

ACCUSER - REPENT (1992)



 


 Muchas cosas cambiaron en Accuser en cuestión de un año. Desde la publicación del incomprendido 'Double Talk' en 1991, el cantante y bajista Eberhard Weyel tiró la toalla, el guitarrista Frank Thoms se hizo cargo de la voz, mientras que el ex guitarrista Milan Peschel se encargó de las líneas de bajo. El puesto de segundo guitarrista lo siguió ocupando Rene Schütz, que ya apareció en los tres discos anteriores de la banda, mientras Volker Borchert siguió tras el kit de batería. Pero en términos musicales, Accuser ya no era el mismo.
 Los chicos ya no buscaban ninguna forma de éxtasis técnico. En el centro de atención estaban las propias canciones. La banda había descubierto el poder del esquema tradicional de verso-coro-verso y la banda pudo implementar este patrón con éxito. A las canciones no les faltó potencia y agresividad y encarnaban la nueva beligerancia y combatividad de Accuser. No escatimaron en gastos ni esfuerzos e hicieron mezclar el nuevo disco en el estudio Morningstar, en Filadelfia. Así que 'Repent' ya no suena tan estático como los trabajos anteriores, sino dinámico y brutal, como tiene que ser con un disco de Thrash decente. Pero también se ha cambiado mucho en la composición de canciones. En cuatro ocasiones, Accuser habían demostrado a los fans lo bien que pueden tocar. Ahora todo el mundo debería saber eso, pensó la banda, y en 'Repent' confían en temas cortos, concisos y agresivos y ponen los tecnicismos en un segundo plano. El disco no fue demasiado bien recibido por parte de la crítica, con la que Accuser nunca se ha llevado demasiado bien, ni fue promocionado masivamente, algo a lo que también estaban ya acostumbrados. Pero la honestidad y la calidad se imponen. Las canciones son más cortas y contundentes, y los riffs tienen el poder original, la crudeza y la falta de pulido del buen thrash. Las voces de Frank Thoms encajan a la perfección para desgranar unos textos más comprometidos socialmente, y por supuesto el alto nivel compositivo e interpretativo sigue ahí, así que en resumen tengo que decir que 'Repent' es un álbum de thrash brutal, lleno de riffs afilados y divertidos. Como un niño recién nacido (un niño recién nacido muy enojado), la banda quería conquistar el mundo lo antes posible. Están en ello. Y como dato curioso, comentar que el que aparece en la portada no es Jesucristo, no, es un roadie de la banda. Al menos eso he leído por ahí...




22 de mayo de 2021

ÑU - ACORRALADO POR TI (1984)



 


... Chapa los mandó inmediatamente a Ibiza, a los afamados Mediterráneo estudios (propiedad del bateria Dave Holland, en los que habían grabado los mismos Judas Priest) para grabar el cuarto LP, "Acorralado por ti" (1984). Este asunto le cogió a José Carlos desprevenido, tuvo que componer y arreglar el siguiente disco en el propio estudio de grabación y de camino a la isla. También tuvo que conseguir nuevos músicos para la ocasión ya que Jerónimo Ramiro y Bernardo Ballester habían formado Santa.

Esta vez cuenta con Eduardo Pinilla◼️
(que ya había tocado en "A golpe de látigo"), y un batería argentino llamado Alejandro Colantonio. Para cubrir el puesto de bajista se contrata a José Luis Ajenjo. José Carlos Molina pudo contactar con el productor habitual de Jethro Tull, Robin Black. Este acepta ir a Ibiza, y cuando pregunta por las maquetas, Molina le dice que no hay nada preparado, sólo unas cuantas melodías y un par de temas terminados. "Acorralado por ti" es el disco más comercial del grupo. Klaus Meine, cantante de Scorpions se encontró a José Carlos Molina en una de sus visitas promocionales por España. Klaus se extrañó de por qué el tema "Más, quiero más" no había catapultado al grupo en el extranjero a pesar de cantar en castellano. Pensaba que era un tema que podía subir en los rankings internacionales.

"Acorralado por ti" obtiene casi los mismos galardones que su antecesor. Ñu se consagra como uno de los mejores grupos de España, se suma con todos sus méritos, a pesar de las nulas promociones de su discográfica, el nombre de Ñu. En el disco nos encontramos temas como "Más, quiero más", "Perseguido", "Ella" o "Romance fantasma". En él se echa en falta la famosa flauta que le diese su toque de distinción entre los grupos españoles. Sólo hace su aparición en dos temas de los nueve del disco.*

* Extraído de su Página Oficialhttp://www.nuoficial.com/

...lo más vergonzoso de mi carrera fue hacer el disco Acorralado Por Ti. Intentaba vender como los demás, con los estribillos, y de eso me avergüenzo muchísimo, pero si no lo hubiera hecho, me habrían dejado fuera de la historia toda la panda de hijos de puta que hay en ese negocio, y en las revistas, las radios...*


Y añado yo, que el peor disco que Ñu pueda haber grabado es infinitamente mejor que bastantes mierdas que pululan por ahí y que son muy 'respetadas'...

Y no estoy diciendo que ese disco sea este, pues a mí, personalmente, me parece un trabajo donde hay muy buenas ideas, que contiene alguno de los temas más emblemáticos en la trayectoria de Ñu (Perseguido, Ella, Una Noche Más...), pero que quizás les faltó algo de tiempo para pulirlo un poco más y haber desarrollado mejor esas brillantes ideas que se aprecian en temas como Romance Fantasma o El Mejor Guerrero, por ejemplo.  Tanto Eduardo Pinilla como M. Angel Collado demuestran su gran valía, grandes músicos ambos, Colantonio es un batería contundente, con pegada, y el bajo Jose Luis Asenjo cumple con solvencia.
Aparte del cariño personal que le tengo desde que apareció por mi casa en cassette hace ya mucho tiempo...
Molina, eres un monstruo, joder.













12 de mayo de 2021

OBUS - PREPARATE (1981)

 

 



40 años se cumplen de la publicación de un álbum icónico y esencial del Heavy en España.
 Merecía la pena aprovecharlo como excusa para desempolvar y rescatar de las tinieblas del olvido la ópera prima de uno de los grupos más emblemáticos de este país que protagonizó uno de los arranques más impactantes, si no el que más (no va con segundas), de la historia del Heavy Metal nacional. 
Y es que Obús, que se había formado como banda tan sólo un año antes, al coincidir finalmente Fortu, a las voces, Paco Laguna, a la guitarra, Fernando Sánchez a la batería y Juan Luis Serrano al bajo, tras un periplo de rodaje por diferentes bandas madrileñas, causó una sensación considerable con su irrupción a lo grande en el panorama musical.
 En cuestión de un año 'Va a estallar el obús' llegó a nº 1 de los 40, aunque claro está, eran otros tiempos, y además es un dato al que no le doy la más mínima importancia, como no se la doy ni se la he dado nunca a esa 'emisora'.
 Al poco de publicarse el disco pusieron patas arriba el pabellón del Real Madrid (la primera de muchas veces) y, lo más importante, calaron ya para siempre en el corazón de muchos aficionados al Heavy, que por aquella época comenzaban a invadir las calles. Empezaban así a demostrar su contrastada calidad a la hora de componer temas pegadizos y poderosos a la vez, como el tema antes dicho, 'Sólo lo hago en mi moto' o mi favorita de este disco, 'Pesadilla nuclear' (tremendo el doble bombo), influenciados por la NWoBHM y el Hard de los 70, tanto musical como estéticamente.
 Siempre hicieron gala de conectar de manera especial con la gente. Había química. Eran unos de los desterrados de la infame 'movida'. Abanderados, junto a otros, del movimiento Heavy como fenómeno social marginal. El orgullo de ser diferente; melenas, cuero y tachas; motos, pitillos y litronas. 
En fin, lo que fuimos de adolescentes y que seguiremos llevando adentro hasta la sepultura. Gracias al desparpajo, cercanía y carisma de todos ellos y especialmente de Fortu, un tipo de lo más campechano (!?), carismático 'frontman'
y un cantante sensacional; pero sobre todo a los textos de las canciones, directos y reivindicativos, cuando no cachondos y divertidos, o realizando auténticos himnos de alabanza a nuestra música (Dosis de heavy metal).
 Este disco es de esos clásicos inmortales, aparte de por su significado simbólico (el nacimiento de una banda grande y la repercusión social que tuvo), por su nivel musical, perfectamente apreciable gracias a la excelente producción de Tino Casal. 
Nada que envidiar absolutamente a nadie. 
Fernando Sánchez es un batería excepcional, con quien se compenetra a la perfección el bajo de Juan Luis Serrano, formando una base rítmica impecable. Y en la otra esquina, Paco Laguna, guitarrista de la vieja escuela, de los que aprendieron de oído, muy capaz para crear potentes riffs con un sonido propio, imaginativos y, ¿cómo diría yo?.... heavys. 
Puedes ser más de los Barones, de Leño, de Ñu, de Angeles del Infierno o de Panzer; pero, ¿con los Obús?... a muerte!!!.