Y pasa muchas veces que cuando estás en lo mejor de un sueño vas y te despiertas.
Eso pasó con esta buena banda, que cuando mejor estaban pues van y se despiertan del sueño, ahora que lo tenían al alcance, y lo echan todo a rodar.
¿Egos?, ¿Pasta?, ¿Diferencias de criterio a la hora de tomar una decisión artística...?
Vaya usted a saber...
En cualquier caso, este fue el último disco de Warlock en su primera etapa, pues ya después de este álbum tanto Szigeti, guitarra; como Rittel, bajo, ambos fundadores, lo dejaron.
Después todo transmutó en Doro.
Y aún asi parece ser, escuchando el disco, que todos los miembros de la banda lo estaban dando todo.
Se aprecia energía y emoción.
Lo que viniera después pues ya es otra historia.
El caso es que este es un peazo disco donde se aprecia la grandísima calidad de todos, y todas.
Hay unos detallitos a lo largo de todo el álbum que lo hacen muy apreciable
Debut de esta banda canadiense liderada por el guitarrista y cantante Joe Di Taranto que fue fundada en 1994 y sigue activa a dia de hoy. Una sabia y rica mezcla que amalgama un poquito de Thrash, otro poquito de Speed, una dosis de Power y bastante melodía, todo lo cual hace que 'The Beginning Of The End' sea un trabajo muy digno y bastante disfrutable. A destacar el hecho de que, pese a no ser el paradigma de la originalidad, sí poseen un sonido bastante particular, debido a la susodicha mezcla de diferentes estilos. Por supuesto, estamos hablando de una producción auténtica y honesta, de un muy buen hacer de todos los músicos y de una verdadera esquirla de buen Metal.
Como nota curiosa, comentar que el mismísimo Dave Ellefson co-produce y toca el bajo en tres de los temas, además de contar con la colaboración de varios músicos, entre ellos Ralph Santolla (R.I.P.). Lo cual te puede dar alguna pista...
Lo dicho, un disco muy correcto, con el que pasar un muy buen rato.
Pues sí, como os iba diciendo, el tipo este, el Brian Ross, que me recuerda siempe al Ozzy en la primera frase de cada canción, aunque después toma su propio camino, siempre mantuvo vivo a Blitzkrieg.
Y siempre com mucha dignidad.
Creo sinceramente que jamás escucharás un disco malo de esta banda. Yo no he escuchado toda su discografía al completo, por supuesto (además es de las complicadas), pero lo que sí puedo aseverar sin ninguna duda es que nunca me han defraudado.
Es que simplemente no hay una mala canción ni ninguna mierda extraña en todo lo que he tenido la suerte de escuchar de ellos. ¿Banda de culto?. Puede ser. ¿Un simple proyecto paralelo, un pasatiempos?. Puede ser también.
Sea como sea, el caso es que este 'Ten' surgió como una respuesta o reacción al escaso apoyo mediático (nunca de la gente) que obtuvo su E.P. de 1991, 'Ten Years Of Blitzkrieg', que se iba a publicar, como el título indica, para celebrrar el décimo aniversario (más o menos) de la banda de Leicester.
Y el Ross se pilló tal mosqueo que 5 años después nos la devolvió, como se suele decir, mejorada y aumentada.
De hecho, lo ha manifestado en alguna ocasión: 'Ten es lo que debería haber sido 'Ten Years Of Blitzkrieg' desde su concepción'. Y si os fijáis en la portada de ambos discos, veréis la ironía. Incluye los 5 temas de aquél E.P., más 3 temas nuevos, uno bastante épico para lo que acostumbraban, el título lo dice todo: 'The Power Of The King'; ´'I'm Not Insane'; y 'Court In The Act', que, según he leído por ahí, estaba escrita para el álbum de debut de los Satan, de hecho, de ahí se tomó el título del álbum, pero nunca se llegó a incluir en él.
Y para acabar de liar la traca, van los Metallica y hacen la versión del tema 'Blitzkrieg', en el 'Garage Inc,'de 1998 (ya lo habían hecho anteriormente como cara B del single 'Creeping Death' en 1984, pero, ¿quien escucha las caras b de los singles?)... y de la noche a la mañana todo el mundo se pregunta quienes son estos británicos con nombre germano.
Algún despistado incluso pensó que esta maravilla había salido de la mente de Hetfield, Hammett o Ulrich (bueno, de éste último, pocos). ¿Newsted? Maybe. A mí me da que Hetfield y Hammett han pasado muy buenos ratos tocando ese y otros temas de Blitzkrieg, ¿que no?.
Total, que nos vamos por las ramas, en definitva, dad las gracias a Steve Ireland, bajista y productor, por su buena labor en ambas facetas. ¡¡Bajista y productor!!, ¿se puede pedir más?. A Tony J. Liddle y Phil Millar por sus impresionantes solos y riffs, excelentes, a la altura de Murray/Smith o Tipton/Downing. A Paul 'Needles' White por su tremenda labor llevando la percusión, y sobre todo a ese guerrero incansable mezcla de Ozzy y de sí mismo llamado Brian Ross.
Por cierto, uno de los temas de aquél E.P. del 91 se tituló 'The Sentinel', con dos cojones, y ese es el que se ofrece en el video, no por nada, es que me parece un temazo, con título de Judas y melodías de Maiden. Perdón, todo es Blitzkrieg puro y duro. Hay que reconocer también, Mr. Ross, que los agudos a lo Halford no son lo tuyo, pero no te cortes un pelo, eh?.
Si me permitís, me doy también las gracias a mí mismo por traeros un buen disquillo de verdadero y auténtico Metal para que llevéis esta tarde lo mejor posible.
¿Dónde estaba yo en 2005?, buah, la verdad es que ni me acuerdo, aunque seguro que no andaría muy lejos. ¿Dónde estabas tú en 2005?. Pues ni puta idea, pero seguro que no estabas en la puerta de la única tienda de discos decente de tu ciudad haciendo cola desde la 5 de la mañana para pillarte el 'Sins And Greed', lo nuevo, entonces, de Blitzkrieg. ¿Me equivoco?.
Yo es que la verdad tengo que hacer penitencia cada vez que descubro alguno de estos pequeños tesoros con casi 20 años de retraso. Pero lo cierto es que 'Sins and Greed' era una señal saludable de que se estaba haciendo metal tradicional bueno y refrescante.
Sí, Blitzkrieg, los veteranos de la NWOBHM. Con una existencia de lo más intermitente, en lo que se refiere a disoluciones y renacimientos, y con una lista de músicos que en algún momento han pasado por ahí bastante extensa, el vocalista Brian Ross siempre se las ha sabido arreglar para mantener a la banda viva, y sobre todo, ofrecer buen material. Siempre como principal impulsor para mantenerse fiel a sus raíces y al mismo tiempo hacer algo que suene nuevo y medianamente refrescante.
A mí por lo menos, la sensación que me ha dado después de unas cuantas escuchas es la de un grupo de amiguetes que han conseguido armar unos cuantos buenos temas, y , después de varios ensayos, entre pintas y comentarios sobre la Premier o el Rugby, vete a saber, con muy buen rollo, por supuesto, se han metido a grabarlos. Sin presiones de ningún tipo, por amor al arte, vaya. Eso es lo que mola.
Además de Ross, que a mí me trae a la cabeza a Ozzy, por su timbre de voz, los demás compinches son Paul Nesbitt y Ken Johnson (que ahora anda con el Abaddon, sí, el exbatería de Venom) a las guitarras. Buen duo que aunque no es excesivamente espectacular, cumple a la perfección; y los hermanos Brewis, Phil a la batería, un tipo que machaca la caja a conciencia, y el bajista Paul, al que gracias a la producción auténtica, sin trucos, sencilla y natural, se le escucha bastante decentemente.
Musicalmente, como decía antes, es un balance casi perfecto entre sus raíces de donde provienen, la NWOBHM, y sonidos más actuales (en 2005).
Y digo casi porque en realidad 'Sins And Greed' es un discazo de Metal tradicional, de los de toda la vida. Melódico y portentoso.
No puedes dejar de disfrutar con temazos como 'Standing Still', con una letra emocionante, como emocionante es 'Eyes Of The World', que pedazo de tema joder; o menear la cabeza con riffs como el de 'Hell Express', 'Escape From The Village', que suena a homenaje a los Maiden, 'Excessive Force', 'Desolation Angel' (más modernita), etc etc.
'Sins and Greed' es una muestra más de reverencia y pasión por el puro y auténtico Metal, eterno e inmortal.
Y para que quede del todo claro, cierran el álbum con una versión del 'Hell Bent For Leather'.
El segundo y, desgraciadamente, último larga duración publicado por esta fenomenal banda británica liderada por el impresionante hacha Dave Brunt. Si con su debut de un año antes, At The Edge Of Damnation ya avisaban seriamente de su capacidad de romper pescuezos a diestro y, sobre todo, siniestro, con 'Demon Preacher' confirmaban las expectativas.
La misma violencia desatada, la misma mala baba rezumando por doquier, pero todo servido con más 'empaque', con más solidez y más agresividad incluso. Dave Brunt se explaya y nos obsequia con un clinic de tremebundos riffs y, sobre todo, unos solos imaginativos y verdaderamente geniales. Escucha el de 'Wall Of Lies', por ejemplo, y dime si no está a la altura de un Hammett o un Kerry King, y presta mucha atención a 'Prey To The Lord', épico temazo. Al vocalista Jon Van Doorn, el típico voceras que nunca pasaría una prueba en el conservatorio, pero que sabe como erizarte los vellos, también se le aprecia más suelto, utilizando más registros, y mucho ojito con la batería de Brad Sims, sencillamente perfecta, de una contundencia, precisión e imaginación envidiables. Stuart Ranger, el bajista, sólo figura en los créditos, pues en la grabación el propio Dave se hace cargo de las 4 cuerdas, lo cual no desmejora para nada el resultado final. Desde la impresionante intro, 'Death Procession', que ya nos sumerge en la misma atmósfera enrarecida y malévola de su anterior trabajo, hasta la sorprendente coda final, 'Past Life', donde Brunt nos demuestra su formación clásica a la guitarra con una pieza acústica, Deathwish vuelven a arrearnos una buena dosis de ese Thrash desbocado y salvaje combinado y enriquecido con las influencias lógicas del Heavy Metal más tradicional, incluso con algún momento 'Doom', donde se entremezclan los más violentos pasajes con melodías más 'tradicionales', como nos demuestran con su perfecta versión del 'Symptom Of The Universe' de los Dioses Black Sabbath. Peligroso manosear piedras preciosas, pero Deathwish saben cómo hacerlo. En este álbum se notan menos las influencias de Venom o Motorhead, pero sólo para ir encontrando su propio sonido y personalidad, aunque al final la sangre no llegó al río... Otra gran banda que se desvaneció sin más. Un epitafio de lujo para una banda de culto.
Los británicos tuvieron una respuesta bastante moderada a la avalancha de Thrash Metal del Área de la Bahía en los EE. UU. con sus propias bandas.
Bandas tales como Xentrix, Slammer, Sevent Angel, Lawnmower Deth, Acid Reign, Re-Animator, Hydra Vein, etc no alcanzaron ni de lejos las mismas cotas de éxito que sus colegas norteamericanos. Tal vez la única excepción fueron Onslaught, cuyo debut de 1985 'Power From Hell' se convirtió con el tiempo en un clásico de culto y los magnánimos Sabbat.
'At The Edge Of Damnation' fue el debut de Deathwish, una de esas bandas británicas surgidas al calor del Thrash, cuando ya la fiebre de la NWoBHM languidecía. Originarios de Brighton, estos 4 bestias ya estaban pisando el acelerador a fondo desde 1983, luchando por ser reconocidos. Y atendiendo a su estilo, es obvio que recibieron la influencia del Punk (igual que Onslaught) y del más puro NWoBHM, para crear una mezcla tan perversa y maligna que es digna de admiración.
He mencionado la opera prima de Onslaught porque 'At The Edge...' tiene cierta similitud con ese álbum en cuanto a ese sonido oscuro y denso. De hecho, todo en esta creación tiene un aura bastante tenebrosa y lúgubre, empezando por la soberbia portada y terminando por los textos. Tan sólo el logo del grupo ya tiene más encanto que muchas discografías completas. Un aura casi opresiva que impregna toda la obra.
Desde el principio se puede sentir la influencia de los Motorhead de finales de los 70 y principios de los 80 (el grupo del tipo feo del medio con esa camiseta, no os distraigáis) y la crudeza de los primeros Venom en la composición y el enfoque musical de la banda.
Ya sean estadounidenses o británicas, casi todas las bandas de Thrash Metal tenían la habilidad de emular los esquemas de la NWoBHM pero de un modo más pesado y rápido, de manera más cruda, cantando alabanzas a la brutalidad, pero manteniendo un equilibrio exquisito entre la ferocidad y la melodía.
La producción, como debe de ser en este tipo de discos, es sobria, sin pulir absolutamente nada, otorgando a todos los temas un sonido tan áspero y real como la vida misma.
Dave Brunt (o Dave Deathwish), guitarra; Jon Van Doorn, voz; Brad Sims, batería y Stuart Ranger, bajo eran estos cuatro ariscos monjes que profanaron el monasterio medieval para darnos su versión del gregoriano. Posesiones demoniacas y exorcismos, guerras santas, ignorancia y fanatismo religioso (mezcla explosiva), ocultismo, odio y resentimiento; todo cantado con verdadera vehemencia.
Con unos riffs rabiosos y unos solos ingeniosos, una base rítmica desenfrenada y descarnada y una voz expresiva y conmovedora, 'At The Edge Of Damnation' transmite de manera natural toda esa rabia, furia, violencia, autenticidad y entusiasmo del auténtico Metal.
Deathwish no pertenecieron a la clase más alta del Thrash Metal británico, y su disolución después del segundo L.P., 'Demon Preacher' (próximamente en Where Metal Rules) un año más tarde no ayudó mucho.
No obstante, su herencia (con tan sólo dos álbumes) es parte de la tormenta de la vieja escuela que se apoderó del Reino Unido.
Una sombría criatura aterradora, una verdadera joya ignota.
Cuántos maravillosos ratos pasé escuchando este grandioso álbum (en vinilo que aún conservo), hace ya muchos años.
El video que acompaña la reseña es el tema ' Dance Of The Dead', tema que abría la cara B y que personalmente me parece espléndido, pero perfectamente podría haber sido de cualquiera de los 9 zurriagazos que nos endiñan.
No soy muy propenso a dar notas (no soy profesor de nada), pero 'At The Edge Of Damnation' es de sobresaliente.
Brillante y deslumbrante a la par que más lóbrego que las celdas de esos malvados monjes.
En 1998, un año después de su álbum debut Glory To The Brave, la banda sueca de Power Metal Hammerfall lanzó su segundo álbum de estudio de larga duración, titulado Legacy Of Kings. Una vez más fue producido por Fredrik Nordström, solo que esta vez con el guitarrista Oscar Dronjak como coproductor.
Continuando con la fórmula maestra que establecieron en su primer lanzamiento; Legacy Of Kings es otra colección compacta, de buen gusto e inmaculada de Heavy/Power Metal épico, memorable y melódico. No es un sonido neoclásico como Stratovarius, o sinfónico como Rhapsody (Of Fire), o incluso semi-thrash como Blind Guardian, sino que se concentra más en la esencia del Heavy Metal temprano y recrea la impresión que los oyentes recuerdan de ese material. Encuentro más similitudes con Gamma Ray o los primeros Helloween, por ejemplo.
De toda su extensa discografía, este es su álbum menos 'Power', y más inspirado en el Metal tradicional, recordando a ratos a los Accept o a Judas Priest enormememnte, tal vez debido a la entrada del guitarrista Stefan Elmgren.
Influencias apreciables en temas como 'End Of The Rainbow' o 'Let The Hammer Fall'.
Aunque, dicho esto, por supuesto están presentes todos los ingredientes típicos de Hammerfall: riffs de guitarra esplendorosos y solos de guitarra melódicos, base rítmica sólida y veloz, letras heroicas sobre temas como el triunfo, la victoria y la grandeza del Heavy Metal y ante todo, coros pegadizos y grandilocuentes marca de la casa. Un par de baladas emocionales como 'Remember Yesterday' y 'The Fallen One' (riff de piano) brindan el contraste con los temas más rápidos y predecibles como 'Heeding The Call' o 'Warriors Of Faith', por poner sólo un par de ejemplos.
Legacy Of Kings es un álbum fuerte y entretenido.
Siempre y cuando no odies este estilo de música en general, debería ser una adición muy valiosa a la colección de cualquier persona.
El trabajo de producción es muy claro, la maestría musical es excelente, el álbum es conciso, directo y libre de cualquier relleno innecesario, la mezcla de luces y sombras evita que se vuelva demasiado repetitivo y, lo mejor de todo, es muy divertido.
Claro que con el paso del tiempo, la fórmula se fue haciendo excesivamente repetitiva y redundante, lo que ha causado la escisión en parte de la comunidad metalera, que acusa a Hammerfall de auto-plagio.
Puedo estar de acuerdo con esto último, pero hay que reconocer que durante los 90 Hammerfall desempeñaron un papel muy importante en la escena del Metal mundial en tiempos oscuros, y eso sí hay que admitirlo. Además, ese es un debate sin fin: ¿reiteración o personalidad propia?. Cada cual tendrá su opinión, lo que sí es totalmente cierto es que 'Legacy Of Kings' ha resultado ser un título profético y muy apropiado.
Alguien dijo alguna vez que Hammerfall eran la comida rápida del Power Metal.
Es posible, pero, ¿a quién no le apetece meterse un chute de colesterol de vez en cuando?.
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