14 de noviembre de 2020

GARY MOORE - BACK ON THE STREETS (1978)

 






1978 fue un año importante en la trayectoria del añorado Gary Moore. Durante esa época, comenzó a consolidar su carrera en solitario (con este álbum, dado que 'Grinding Stone', de 1973, fue publicado bajo el nombre de 'The Gary Moore Band'), compaginándola con su estancia en la banda de Rock más grande que Irlanda ha dado jamás, Thin Lizzy, grabando el estupendo 'Black Rose. A Rock Legend' y participando en la consiguiente gira, sustituyendo a Brian Robertson. 
Iba dejando así atrás lo que fue su etapa más especulativa 'rock-fusión-progresiva' (estamos en los 70 del siglo pasado) con la banda Colosseum II y comenzaba una página de oro de la historia del Hard Rock. El guitarrista más grande que Irlanda ha dado jamás ( y uno de los más grandes del mundo, sin duda) arrancaba aquí su andadura por los caminos del Rock Duro que lo llevaría a tocar el cielo en la década de los 80.
 Con la ayuda inestimable de un elenco de músicos de tremenda valía, como eran (y son) Phil Lynnot, Brian Downey, Don Airey, Simon Phillips y John Mole (bajista de Colosseum II), y la producción, sencillita, pura, honesta y simple, gracias a la cual escuchamos a instrumentistas e instrumentos con un realismo que es de agradecer, de otro monstruo como Chris Tsangarides, el bueno de Gary sale a las calles dispuesto a dar la batalla. 
Y vaya si lo hace. 
'Back On The Streets' es un punto de partida, y como tal, contiene aún rasgos de anteriores experiencias, que son los temas instrumentales más progresivos y experimentales como 'Hurricane' (impresionante rendición en directo en el video, con Neil Murray, Don Airey y 'la mula'), 'Flight Of The Snow Moose' o 'What Would You Rather Bee Or A Wasp' que ocupan la parte central del álbum; donde los músicos se explayan a placer. 
Una jam muy divertida.
 Asoma ya su pasión por el Blues en 'Don't Believe A Word', obra de Lynott; muestra su faceta más dura en el tema-título (tremendo solo) y en otra composición de Lynott, 'Fanatical Fascists' y deja para el final lo que se convertiría en unos de sus temas emblemáticos, un auténtico himno, un clásico indiscutible: 'Parisienne Walkways', donde nos da una clase magistral (después vendrían muchas más) de cómo tocar la fibra a través de las seis cuerdas. 
Pocos guitarristas han arrancado a su instrumento esos agudos, esas alargadas notas espeluznantes, combinando virtuosismo y sentimiento como nadie. 
Gary Moore podía hacer hablar a su guitarra, la hacía gritar con pasión, llorar, reir, hacerte saltar como un poseso o ponerte melancólico como sólo un jodido irlandés podría hacerlo... mostrando un dominio total y absoluto.
 Un músico impresionante que en sus últimos años se decantó por conquistar el mundo del blues, obviamente con éxito, pero que nunca renegó de sus años dorados, en los que paseó por todo el mundo su arte inigualable en esto del Hard Rock/Heavy Metal. 
Entrañable, recordado siempre con cariño y admiración, la música, el legado y el carisma del 'caracortada' nunca caerá en el olvido.
Sería una verdadera pena hacerlo.










1 de noviembre de 2020

HADES - EXIST TO RESIST (1995)



 


Hades son, sin duda, un paradigma de banda veterana (fundada en 1978 por el guitarrista Dan Lorenzo), incansable, resistente. contumaz y habitante eterna de la escena underground, con una base leal y decentemente numerosa de seguidores, que nunca alcanzó ni alcanzará el estrellato y el reconocimiento masivo. 
Lo que se denomina una verdadera 'banda de culto', semi-desconocida e infravalorada, como buena banda de culto, vamos. 
Teloneros de lujo de 'todo el mundo menos Metallica', según Lorenzo, y con una discografía que abarca 6 álbums de estudio, un directo y varios recopilatorios, este 'Exist To Resist' fue su tercer trabajo, publicado 7 años después del segundo, 'If At First You Don't Succeed', de 1988.
  Puede ser considerado de alguna manera, por tanto, como un disco de regreso.
Con el poderoso batería Tom Coombs tras los parches, el 'otro' gran guitarrista Ed Furham y el capacitadísimo bajista (y guitarrista) Scott LePage, más Alan Tecchio a las voces completando la alineación, Hades nos daban otra lección de perseverancia, demostrando lo injusta que es la vida a veces, al constatar que ni siquiera iban a tocar ante enormes audiencias, pese a la tremenda calidad de su música. Aunque tal vez en el fondo sea ahí precisamente donde radique el encanto de este tipo de grupos, en su 'casi anonimato', que por otra parte parece que buscaban, puesto que el propio Dan Lorenzo en su página oficial cuenta que tras publicar su álbum DamnNation en 2001, último hasta el día de hoy, decidieron dejar de tocar en vivo.                                                                           Según cuenta, le aburre tocar las mismas canciones cientos de veces, no es un músico al que le entusiasmen las grandes giras, y tampoco es un gran fan de los ensayos.                                                    Cuestión de carácter.                                                  De todas maneras hay que reconocer que el tipo se lo curra, pues sacó tres discos con Non-Fiction (junto a Tecchio), trabajó con Bobby Ellsworth (Overkill) en 'The Cursed', ha sacado también tres discos en solitario y además lleva adelante otra banda llamada 'Vessel Of Light', en una onda más 'Doom'...
Pero a lo que vamos, Hades eran 5 enormes talentos puestos al servicio del Heavy Metal tradicional, con sus lazos de sangre que le unen al Power americano, coloreado por trazos de Thrash o incluso algún elemento progresivo en algunos momentos. Sin grandes complejidades, pero efectivo.
 Lo de Hades era simplemente un trabajo muy bien hecho, ante todo honesto y auténtico, no espectacular pero sí muy correcto, serio y muy placentero, donde destacaba la tremenda calidad técnica de todos sus músicos, sin relegar a un segundo plano la fuerza y la energía esenciales. 
El típico disco y la típica banda que va gustando más con cada escucha que le dedicas. 
Por algo han dejado una indeleble huella en los corazones de sus fieles hasta la muerte fans y son, o debieran ser, una referencia para los que han de venir en un futuro. 
Casi legendarios y realmente admirables.