'Iced Earth continúa madurando y evolucionando con su cuarto lanzamiento. “The Dark Saga” es un álbum conceptual basado en la popular serie de cómics Spawn. Cuenta la historia de un hombre que vende su alma para volver a su verdadero amor en la Tierra. Pero pronto descubre que ella está casada con su mejor amigo. Se queda completamente solo en el mundo, y aunque lleva el bien por dentro, está influenciado por fuerzas oscuras. Todo lo que desea se le niega, incluso su propia muerte.
Los fanáticos de álbumes anteriores de Iced Earth pueden notar el cambio en el estilo musical para encajar con esta oscura historia de amor. La atención se centra menos en la musicalidad técnica (aunque la interpretación sigue siendo tan impecable como siempre) y más en crear una historia completa a través del sonido y las palabras.
Por lo tanto, la música es generalmente más oscura, emocional, melódica y simple que otros álbumes de Iced Earth. Esto no quiere decir que las canciones no sean interesantes; al contrario, algunas de las canciones más sorprendentes de Iced Earth aparecen en este álbum. La aplastante pesadez y el poder permanecen, pero se entrelazan con la belleza y la gracia, creando el trabajo más reflexivo y emocional de Iced Earth hasta la fecha.'*http://icedearth.com/albums/the-dark-saga/*
Esta es la reseña que aparece en la página oficial de la banda, a la que hay poco que añadir. Por mi parte, tan sólo comentar que poquitas bandas saben imprimir y trasladar tanta emoción a su música. Y de eso se encargan principalmente dos genios como Matt Barlow, pedazo de voz, que abarca desde los bajos más tenebrosos a los agudos más escalofriantes sin aparente dificultad y Jon Schaffer, creador supremo de los más aplastantes riffs.
Con Iced Earth podemos pasar de la calma más sosegada a la ira más profunda en un 'pis-pas', de la melancolía que destila 'I Died For You' a la ostia en la boca que es 'Violate', y a partir de ahí, trallazo tras trallazo ('The Hunter', ' The Last Laugh', 'Vengeance Is Mine', etc) hasta el apoteósico final, una monumental y conmovedora 'suite' dividida en tres temas titulada 'The Suffering', un poco como hiciesen en su anterior álbum 'Burnt Offerings' con 'Dante's Inferno'.
Y sin olvidar, por supuesto, al resto de la banda, donde hay talento y se nota: Randall Shawver repitió como guitarra solista y sus solos no son nada espectaculares, pero son sublimes. Dave Abell al bajo y MIke Prator en los tambores soportan, empujan e incluso adornan las toneladas de riffs de Schaffer con absoluta maestría
Jim Morris produciendo, toda una garantía de sonido extraordinario, limpio y potente a la vez, que a ratos a mí me recuerda al 'álbum negro' de Metallica... ideal para que los asesinos riffs de Schaffer te dejen como un espía sin futuro: sordo,
Es ciertamente un trabajo extraordinario
Después de escuchar 'The Dark Saga' la sensación de satisfacción y plenitud es muy intensa, tal como la música de Iced Earth.
Intensa, arrolladora, oscura y poderosa, un vendaval de Metal que te deja exhausto, te quedas casi como después de echar un buen polvo... algo así.
Enciendes un pitillo mientras piensas: 'Joder, qué discazo, creo que me estoy enamorando...'
Tal cual.
