24 de febrero de 2019

GILLAN - FUTURE SHOCK (1981)






El cuarto trabajo publicado bajo la marca 'Gillan' (en sólo tres años) por Gillan y sus secuaces, 'Future Shock', es, en opinión de mucha gente, el mejor de la banda. Banda que repetía formación por tercer disco consecutivo, lo cual seguro que influyó en dicho éxito, además de estar autoproducido. 
Estamos hablando de una de las voces más impresionantes que ha dado el Rock, y de cuatro músicos de calidad suprema: el imponente (musical y físicamente) John McCoy en el bajo, el excéntrico (musical y personalmente) Bernie Tormé en la guitarra, el teclado de Colin Towns (tremendo compositor) y la rotunda batería de Mick Underwood. 'Future Shock' comienza como un toro loco. Los '7 primeros temas 7' de los 10 que tenía la edición original, te dejan exhausto y te dan un revolcón de consideración. Ni un segundo de respiro. Una locomotora sin frenos. Frenético, áspero, rudo y con el característico sentido del humor de Ian. Y cuando deciden levantar un poco el pie, lo hacen con una maestría incontestable (If I Sing Softly).
Sin ningún tipo de duda, Gillan (como banda) estaba en su mejor momento, en todo su apogeo. Incluso trae memorias de Deep Purple por momentos. Y además el momento era el adecuado; la sangre joven de la NWOBHM venía pisando fuerte y Ian Gillan, que ya no era precisamente un novato, aprovechó el empuje.
Ese mismo año actuaron en el festival de Reading, como broche a una gira mundial enorme.
Lástima que después de esto Bernie Tormé decidiese abandonar el proyecto.
Cuentan que estando de gira por Alemania, la banda fue requerida para tomar un avión hacia el Reino Unido para grabar una actuación en televisión. Era en su único día libre en meses. Bernie se negó a coger ese vuelo. Como resultado Tormé fue sustituido por Janick Gers. Hay un video en Youtube en el que aparecen interptretando 'No laughing In Heaven' sin guitarrista y con John McCoy tocando un artefacto que parece una guitarra de dos mástiles, pero que en realidad es bajo y guitarra. Tal vez el peor 'playback' de la historia.

Esto es material de categoría, rock duro de calidad hecho con rebelión, energía, actitud y humor y con el conocimiento y la capacidad de transmitirlo sin compromisos. Disfruta de "Future Shock" por la joya que es.

http://www.gillan.com/


9 de febrero de 2019

CATHEDRAL - FOREST OF EQUILIBRIUM (1991)







Antes de esto, el Doom Metal era simplemente heavy metal con una obsesión desmedida por Black Sabbath (por ejemplo, Candlemass). 
Cathedral también adoraban a Black Sabbath, pero le inyectaron a su sonido una densidad aplastante, al mismo tiempo que eran más lentos que todas las otras bandas de Doom hasta ese momento y se recreaban en ello, componiendo temas más extensos de lo considerado normal. 
Transmitían oscuridad, depresión, miseria, dolor... Llevaron el género al límite. Lo reinventaron. 

Puede que tuviese algo que ver el hecho de que la mayoría de los miembros de Cathedral tuvieran un pasado forjado en bandas de muy diferente pelaje: (Lee Dorrian fue el primer vocalista de los 'Napalm Death' y los guitarristas Gaz Jennings y Adam Lehan provenían de la banda de Thrash 'Acid Reign') . Por aquello que se dice de que los extremos se tocan... Mark Griffiths (Year Zero) al bajo y Mike Smail a la batería completaban el combo.

Lo primero destacable sobre 'Forest...' es la portada, obra de Dave Patchett, artista que repetiría en álbumes posteriores. Supo capturar a la perfección la naturaleza sombría, misteriosa y mágica de la música con sus oníricas imágenes repletas de extrañas criaturas. Una simbiosis perfecta entre pintura y música.
La atmósfera reinante a lo largo de todos los temas crea la sensación de estar perdido en un vasto bosque espeluznante. No en un bosque noruego, de Black Metal, más bien como un bosque verde y exuberante en Inglaterra durante la Edad Media.
Naturalmente, las guitarras dominan todo, radicalmente graves y distorsionadas, desgranando los riffs uno tras otro directamente en tu cara. Las voces de Lee están sobregrabadas en casi todas las pistas para que parezcan mucho más ominosas (Reaching Happiness, Touching Pain), y su estilo vocal fue otro de los elementos que reinventaron el Doom en este álbum. La batería, siempre tan infravalorada en este género (por la lentitud de los tempos, lo cual también tiene su dificultad y su mérito) suena como si estuviera a kilómetros de distancia, lo cual no significa algo negativo, antes bien, encaja perfectamente en el cuadro. Por el contrario, el bajo de Griffiths no tiene un papel tan preponderante como cabría esperar. Pecados de juventud...

9 temas  abrumadores, todos más o menos  en la misma línea estética de enormes monstruos repulsivos y lodosos, excepto la estratégicamente situada en mitad del álbum 'Soul Sacrifice', corta, ágil, y casi hasta alegre. Y  'A Funeral Request' (mi favorita),  que tiene sus momentos de aceleración.

En resumen, estamos ante una banda y un álbum que son piedra angular del Doom, al que cambiaron y remodelaron para siempre con este lanzamiento (y sucesivos). 
Terriblemente morboso y deprimente, misterioso y mágico, se le considera legítimamente un clásico del Doom. Garantizado que arruinará tu estado de ánimo...en el buen sentido...

http://www.cathedralcoven.com/

https://www14.zippyshare.com/v/M5d0gy5J/file.html

https://yaa.im/c683ee632bcdcc05

https://ulozto.net/!xofQjFII8RZ6/cathedral-forest-of-equilibrium-1991-rar