26 de diciembre de 2021

ELEGY - LOST (1995)

 





Elegy fue una banda holandesa fundada por el guitarrista Henk Van De Laars en 1986, y que practicaba una mezcla de Power/progresivo (más progresivo que power) de altísima calidad. 
Lost fue su tercer trabajo, publicado en 1995, y a estas alturas ya habían adquirido cierta reputación gracias a sus dos anteriores trabajos y a haber actuado frecuentemente sobre todo por Centro Europa y Japón (donde les salieron callos de firmar autografos), y junto a grupos de la talla de Annihilator, King Diamond, Angelwitch, etc. 
Sufrieron a lo largo de su trayectoria continuos cambios de formación (Van Den Laars abandonó la banda en 1999 tras la muerte de su madre) y escaso apoyo de su compañía discográfica, el sello alemán T&T Records, lo cual les impidió llegar a ser más grandes, aunque calidad, como digo, no les faltaba. 
Se cuenta además que en 1988 ganaron un concurso organizado por la prestigiosa publicación Metal Hammer, pero no recibieron ninguno de los premios prometidos, a saber, equipos de sonido, un concierto en el Hammersmith y un contrato con Polydor. 
Se veía que la suerte no estaba de su lado. 
Pese a todo, al final la constancia y el trabajo bien hecho dan sus frutos, y Elegy seguían cautivando a su cada vez más numerosa legión de fans con este tercer latigazo, en el que la formación consiste en Martin Hovinga (que tras este disco sería sustituido por Ian Parry), voz, los guitarristas Kenk Van Den Laars y Gilbert Pot, el teclista Gerrit Hager, el batería Dirk Bruinenberg y el bajista Martin Helmantel. Centrándonos en concreto en 'Lost', se trata de un disco muy completo, con un par de baladas, una instrumental donde Henk se luce, y sobre todo, mucha categoría.                               De siempre, la formación de los músicos de los países bajos ha sido extraordinaria, y aquí lo podemos aapreciar perfectamente.                 Siempre fueron comparados con Dream Theater, pero a mí me da que Elegy siempre fueron un puntito más agresivos.    
Agresivos pero sin pasarse, construyendo cada tema sobre intensos riffs y estructuras lo suficientemente complejas como para sorprender pero sin llegar a despistar o confundir, lo suficientemente duras como para sacudir la cabeza, y manteniendo en todo momento un puntito de melodía y accesibilidad que facilitan el disfrute total. El segundo tema, 'Everything' es el ejemplo perfecto. Un single de 6 minutos. Con un par.
Cada músico aporta su tremenda maestría al plan, destacan lógicamente las precisas y afiladas guitarras con unos solos de alta escuela, pero desde la voz de Hovinga, comparada razonablemente con la de John Arch, hasta la perfección de la base rítmica más el aporte en su punto exacto de los teclados da como resultado un álbum excepcional de una banda que aunaba elegancia y dureza como pocas.




7 de diciembre de 2021

EIDOLON - NIGHTMARE WORLD (2000)

 





Eidolon fue la banda que formaron los hermanos Drover y que se mantuvo en activo entre los años 1993 y 2007, publicando en ese tiempo 7 L.P'S, siendo este 'Nightmare World' el tercero de ellos, y, a juicio de la mayoría de fans y prensa especializada, el mejor de todos. 
Posiblemente lo sea, argumentos no le faltan y además no he escuchado toda su discografía.
 Aunque comercialmente todos los discos de Eidolon fueron 'poco exitosos', la verdad es que calidad no les faltaba. 
El hecho de que fuese una banda 'de estudio', es decir, que no realizase giras y muy pocos o ningún recital en directo con toda seguridad también contribuyó a la defunción del proyecto. Pero Eidolon sirvió como escaparate para que esos dos genios, tanto Shawn como Glen Drover, hiciesen llegar su talento a unas audiencias mucho más numerosas al fichar por bandas como Megadeth o King Diamond. 
Lo cierto y verdad es que 'Nightmare World' es un muy buen disco en el que destaca muy por encima de todo lo demás la portentosa maestría a las seis cuerdas. 
Guitarrista versátil y de técnica impoluta, Glen toca casi todos los palos, repartiendo crujientes y acerados riffs a diestro y siniestro, gustándose en los virtuosos solos y demostrando por qué es muy capaz de tocar en bandas de primer nivel.
 Metal de gran pureza, que abarca desde el thrash hasta lo progresivo pasando por el coqueteo con el Doom en el tema 'Repulsion', algún tema de estribillo más melódico como en 'Lunar Mission', el denso telón de acero que es 'Fortress Of Red', etc. etc; Eidolon despliegan todo un arsenal de potentes canciones, haciendo gala de innumerables recursos para conformar un trabajo variado y vigoroso que no dejará insatisfecho a ningún aficionado al buen Metal.
 Desde la embestida que abre y da título al disco hasta el cierre con ese descomunal temazo de 13 minutazos que es 'Dreamscape', pasando por una instrumental acústica, 'Majestic Interlude'...; riff tras riff Eidolon nos sumergen en ese 'mundo de pesadilla', con una producción nítida y sencilla que otorga a las guitarras un sonido realmente estremecedor, poderoso y pleno de energía y distorsión, sin artificios innecesarios, con todos los temas bien trabajados hasta el más mínimo detalle, incluso la portada... Heavy Metal en estado puro.
 Por cierto, mencionar también a los otros dos miembros, imprescindibles: Adrian Robicheaud  al bajo y Brian Soulard a las voces, ambos cumpliendo su papel con discrección pero con solvencia y oficio. 
Sin duda, un trabajo muy completo, una buena dosis de puro Metal. En vena.
 Bendita pesadilla.