12 de mayo de 2021

OBUS - PREPARATE (1981)

 

 



40 años se cumplen de la publicación de un álbum icónico y esencial del Heavy en España.
 Merecía la pena aprovecharlo como excusa para desempolvar y rescatar de las tinieblas del olvido la ópera prima de uno de los grupos más emblemáticos de este país que protagonizó uno de los arranques más impactantes, si no el que más (no va con segundas), de la historia del Heavy Metal nacional. 
Y es que Obús, que se había formado como banda tan sólo un año antes, al coincidir finalmente Fortu, a las voces, Paco Laguna, a la guitarra, Fernando Sánchez a la batería y Juan Luis Serrano al bajo, tras un periplo de rodaje por diferentes bandas madrileñas, causó una sensación considerable con su irrupción a lo grande en el panorama musical.
 En cuestión de un año 'Va a estallar el obús' llegó a nº 1 de los 40, aunque claro está, eran otros tiempos, y además es un dato al que no le doy la más mínima importancia, como no se la doy ni se la he dado nunca a esa 'emisora'.
 Al poco de publicarse el disco pusieron patas arriba el pabellón del Real Madrid (la primera de muchas veces) y, lo más importante, calaron ya para siempre en el corazón de muchos aficionados al Heavy, que por aquella época comenzaban a invadir las calles. Empezaban así a demostrar su contrastada calidad a la hora de componer temas pegadizos y poderosos a la vez, como el tema antes dicho, 'Sólo lo hago en mi moto' o mi favorita de este disco, 'Pesadilla nuclear' (tremendo el doble bombo), influenciados por la NWoBHM y el Hard de los 70, tanto musical como estéticamente.
 Siempre hicieron gala de conectar de manera especial con la gente. Había química. Eran unos de los desterrados de la infame 'movida'. Abanderados, junto a otros, del movimiento Heavy como fenómeno social marginal. El orgullo de ser diferente; melenas, cuero y tachas; motos, pitillos y litronas. 
En fin, lo que fuimos de adolescentes y que seguiremos llevando adentro hasta la sepultura. Gracias al desparpajo, cercanía y carisma de todos ellos y especialmente de Fortu, un tipo de lo más campechano (!?), carismático 'frontman'
y un cantante sensacional; pero sobre todo a los textos de las canciones, directos y reivindicativos, cuando no cachondos y divertidos, o realizando auténticos himnos de alabanza a nuestra música (Dosis de heavy metal).
 Este disco es de esos clásicos inmortales, aparte de por su significado simbólico (el nacimiento de una banda grande y la repercusión social que tuvo), por su nivel musical, perfectamente apreciable gracias a la excelente producción de Tino Casal. 
Nada que envidiar absolutamente a nadie. 
Fernando Sánchez es un batería excepcional, con quien se compenetra a la perfección el bajo de Juan Luis Serrano, formando una base rítmica impecable. Y en la otra esquina, Paco Laguna, guitarrista de la vieja escuela, de los que aprendieron de oído, muy capaz para crear potentes riffs con un sonido propio, imaginativos y, ¿cómo diría yo?.... heavys. 
Puedes ser más de los Barones, de Leño, de Ñu, de Angeles del Infierno o de Panzer; pero, ¿con los Obús?... a muerte!!!.






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