Ice Vinland es una banda canadiense, concretamente de Quebec, formada en 1997. Tan sólo un año después salió al mercado 'Masters Of The Sea'. Un álbum compuesto por 7 temas, autofinanciado y grabado en 26 horas.
Con estos datos en mente, como es de esperar, la sencillez (en positivo), autenticidad y honestidad del sonido de la banda está presente de principio a fin (aunque hay algunos efectos de sonido y algún 'recitado', que aportan teatralidad y dramatismo al asunto y otorgan personalidad a los temas). Banalidades.
Lo esencial, lo importante es: ¿qué sonido es ese?. Pues ellos se autodefinen como 'Classic Heavy Metal Power Melodic'.
Y no sin razón. Porque contrariamente a lo que pudiera pensarse dado el nombre de la banda y el título y portada del álbum, musicalmente no se trata de Viking Metal ni nada parecido.
El álbum definitivamente suena a Heavy Metal enraizado en la vieja escuela, influenciado por la Nwobhm y el U.S. Power épico.
Como si fueran pioneros de principios de los 80 en el campo del Power Metal, en crudo y sin pulir. Ciertamente no suena como un álbum de 1998.
Hay buen trabajo de guitarras, base rítmica audible y sólida, algún teclado aportando detalles, temas bien estructurados y desarrollados (todos sobrepasan los 5 minutos de duración) que van desde la épica del tema título a la emotividad de 'God Bless You' (oda al amigo fallecido), pasando por la caña burra del tema de apertura.
Un cantante, Damian Leif Thorson, que puede gritar como una banshee y lo hace muy a menudo, aparte de recordar enormemente a Bruce Dickinson en algunos pasajes, y, en general, un trabajo de toda la banda realmente muy correcto.
Un álbum lo suficientemente bueno como para entrar en la categoría de 'gemas ocultas', también lo suficientemente bueno como para otorgarles un contrato de distribución (Pure Steel, que lo reeditó en 2011 con 333 copias).
Una humilde tarjeta de presentación para darse a conocer. De hecho, en sus dos discos posteriores, 'Vinland Saga' (2007) y 'Asgard Steel' (2018), han mejorado enormemente en todos los aspectos.
Si bien es cierto que el hecho de que publiquen cada 10 años no ayuda demasiado a la hora de dar popularidad...
En todo caso, respeto y simpatía para estos canadienses disfrazados de vikingos.
Embarca en el drakkar y prepárate para una travesía de locura.
Con estos datos en mente, como es de esperar, la sencillez (en positivo), autenticidad y honestidad del sonido de la banda está presente de principio a fin (aunque hay algunos efectos de sonido y algún 'recitado', que aportan teatralidad y dramatismo al asunto y otorgan personalidad a los temas). Banalidades.
Lo esencial, lo importante es: ¿qué sonido es ese?. Pues ellos se autodefinen como 'Classic Heavy Metal Power Melodic'.
Y no sin razón. Porque contrariamente a lo que pudiera pensarse dado el nombre de la banda y el título y portada del álbum, musicalmente no se trata de Viking Metal ni nada parecido.El álbum definitivamente suena a Heavy Metal enraizado en la vieja escuela, influenciado por la Nwobhm y el U.S. Power épico.
Como si fueran pioneros de principios de los 80 en el campo del Power Metal, en crudo y sin pulir. Ciertamente no suena como un álbum de 1998.
Hay buen trabajo de guitarras, base rítmica audible y sólida, algún teclado aportando detalles, temas bien estructurados y desarrollados (todos sobrepasan los 5 minutos de duración) que van desde la épica del tema título a la emotividad de 'God Bless You' (oda al amigo fallecido), pasando por la caña burra del tema de apertura. Un cantante, Damian Leif Thorson, que puede gritar como una banshee y lo hace muy a menudo, aparte de recordar enormemente a Bruce Dickinson en algunos pasajes, y, en general, un trabajo de toda la banda realmente muy correcto.
Un álbum lo suficientemente bueno como para entrar en la categoría de 'gemas ocultas', también lo suficientemente bueno como para otorgarles un contrato de distribución (Pure Steel, que lo reeditó en 2011 con 333 copias).
Una humilde tarjeta de presentación para darse a conocer. De hecho, en sus dos discos posteriores, 'Vinland Saga' (2007) y 'Asgard Steel' (2018), han mejorado enormemente en todos los aspectos.
Si bien es cierto que el hecho de que publiquen cada 10 años no ayuda demasiado a la hora de dar popularidad...
En todo caso, respeto y simpatía para estos canadienses disfrazados de vikingos.
Embarca en el drakkar y prepárate para una travesía de locura.
