Cuatro monstruos.
No se puede negar que son cuatro monstruos.
El eterno dilema entre el fondo y la forma, o los medios y los fines.
Esa guitarra se le quedaba chica al loco del Ted, pero es que era un monstruo.
Por favor, no os olvidéis de Cartellone, ahí, al fondo.
Poco lo escucho en la radiodifusión española, por cierto.
Luego dicen aquello de 'programación de calidad'.
Me descojono.
Lo único que está programado es vuestro cerebro.
Putos yankees.
Cuatro putos yankees monstruos.
Al final, es sólo Rock'N'Roll...
Altamente recomendable.
Pa despertar por las mañanas.
Ni café ni ostias.
Al 100%.
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