Tercer lanzamiento de los canadienses Annihilator, cómo no, con Jeff Waters al frente, encargándose de guitarra y bajo, acompañado para la ocasión por el vocalista Aaron Randall, el guitarrista Neil Goldberg y el batería Mike Mangini (acompañante habitual de Steve Vai).
Un disco de esos que levantan polémica y controversia entre los aficionados.
Y es que tras los dos inmisericordes trallazos que supusieron "Alice In Hell" y "Never, Neverland", "Set The World On Fire", tiene un toque un poco más "comercial", es un disco un poco más "domesticado". La principal razón es la inclusión de un par de temas ("Phoenix Rising" y "Sounds Good To Me") que yo no me atrevería a denominar "baladas", pero sí que son de una melodia y "accesibilidad" inusual hasta ese momento en Annihilator.
Son buenas canciones, pero claro, no te las esperas en un disco de esta banda. Personalmente me gusta y creo que está muy bien que un grupo toque varios palos y no caiga en la repetición tediosa y en la auto-parodia.
Esto nos da oportunidad de apreciar las habilidades de Waters también con la guitarra acústica. El resto de temas sí están dentro de lo esperado, thrash metal melódico, sazonado de influencias clásicas, con el poderoso tema-título abriendo fuego, "No Zone", "Knight Jumps Queen", "The Edge", etc, etc... temas que conservan el estilo y sonido (de lujo) característico adoptado en los anteriores trabajos, demostrando que Jeff Waters es sin lugar a dudas un excepcional compositor e intérprete.
Y de postre, un tema extra: "Hell Bent For Leather".
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