26 de noviembre de 2019

TANK - THE RETURN OF THE FILTH HOUNDS (1998)






UNGA UNGA UNGA!!!. La historia de Tank es un culebrón. Fundados por Algy Ward, bajo y voces; Peter Brabbs, guitarra y Mark Brabbs, batería, en Londres, en 1980, pronto despuntan en el saturado escenario de aquella época con la publicación de dos bestias pardas como fueron 'Filth Hounds Of Hades' y 'Power Of The Hunter', ambos en 1982.
En 1983, los Brabbs se largan y Ward reforma la banda con el fichaje de dos guitarristas, por falta de uno, que fueron Mick Tucker y Cliff Evans, además de un cambio de culo constante sobre el asiento de la batería, que en este caso lo ocupa el de Steve Hopgood, otro guerrero curtido. Sobreviven con dignidad durante los 80, entran en hibernación en los 90 y reaparecen en el nuevo siglo con 'Still At War'(2002). El caso es que en 2007 Evans y Tucker pasan también de Ward y el resultado es que ahora hay dos 'Tanks': Tucker-Evans por un lado y Ward por otro.

Tras esta breve presentación, comentar que nunca una banda escogió su nombre con más acierto. Un verdadero tanque estos tipos, parientes musicales cercanos de sus colegas Motorhead. Imaginaros al Lemmy con la voz 'limpia' y tendréis una imagen aproximada del bueno de Algy Ward, que venía de militar en la leyenda del punk 'The Damned'. Si como trío en su primera época ya sonaban atronadores, con una guitarra más, el tanque arrasa a su paso todo lo que pilla. Tucker y Evans están a la altura de los mejores tándems guitarreros (¿Wurzel-Campbell?). Escuchad con atención los solos, se salen. Por ejemplo en el tema que abre el disco.

Heavy Metal infeccioso, en su punto justo de crudeza y su puntito cabal de épica. Arrogante, directo a la mandíbula, sin tomar prisioneros. De primera categoría. Lo dejan bien claro a lo largo de todo el recital, sin tiempos muertos. Sólo 8 temas, en los que descargan furia y rabia perfectamente dominada y reflejada en su música. Y de propina, dos temitas de estudio inéditos. Gracias.

Como decía antes, los 90 fueron tiempos duros para todo lo que sonara a Heavy Metal genuino. También por lo tanto para Tank. Y este disco fue precisamente la manera de decirle al mundo que el tanque seguía avanzando y con munición suficiente para arrasar a los incautos que se pusieran en su camino. Fue su única publicación entre 'Tank' (1987) y el mencionado 'Still At War' de 2002.

Y sorprende que un grupo que llevaba una década sin sacar disco al mercado suene tan compacta, tan compenetrada, tan arrolladora. Una máquina imparable. La grabación ayuda: un directo con sonido muy claro y nítido, que capta cada detalle de la actuación. Y quiero creer que no excesivamente retocada en estudio. Un grupo auténtico, de los de verdad, se alimenta del escenario, del directo. Y Tank se meriendan a los afortunados alemanes que presenciaron este concierto sin pestañear. Por algo habrán sido lujosos teloneros de Saxon, Diamond Head, Raven, Metallica o... Motorhead. 


2 comentarios:

  1. Gracias! recién los descubri y estoy re enganchado con TANK (lo de Agly ward, no?). Saludos Metaleros
    !

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