Siguiendo al efusivamente elogiado debut de 1980, la banda de Ozzy tenía una dura tarea por delante. ¿Cómo podrían al menos igualar inolvidables composiciones como "Crazy Train" o "I Don't Know"?, ¿cómo Ozzy podría seguir ejerciendo esa extraña atracción, mantener ese carisma de figura extraordinaria?, y lo más importante, ¿cómo podría Randy Rhoads lograr deslumbrarnos como lo había hecho tan increíblemente una y otra vez en Blizzard Of Ozz?. ¿La magia se mantendría?. La banda se encerró en el estudio para atacar de nuevo mientras el hierro estaba candente, y forjó Diary Of A Madman, que es como el hermano mayor de Blizzard. Todo lo que era bueno en el anterior LP está de vuelta, pero más grande, más maduro, más pesado, más pegadizo, más rápido, más agresivo y con un Randy inigualable. Prácticamente la única razón de que este disco no obtuviera aún mayor repercusión es que no tiene la misma sensación de descubrimiento o de tan gran importancia histórica como Blizzard (lo primero que se sabía de Ozzy después de abandonar Black Sabbath). ¿Por qué situar este disco en el Valhalla del Heavy? Bueno, Diary... no es en lineas generales muy diferente del anterior LP, lo que significa que las canciones son metálicas a la par que accesibles y melódicas, con energía, y con esa cierta atmósfera "barroca". Dentro de este marco, se trata de un álbum que es bastante coherente, conservando todo lo bueno del 'Blizzard' y además mejorándolo con mayor experimentación y desarrollo de los temas, más solidez y mayor brillantez. Mención aparte para Randy. Cuando uno escucha la canción que da título a este álbum, se comprende plenamente lo que la comunidad del metal perdió cuando el avión de Randy cayó. Este tema es sólo un ejemplo, ya que todo el disco se halla inmerso en la luz cegadora de Randy, encapsulado en los punzantes riffs y los solos sobrehumanos, conformando la fusión más significativa de la composición clásica y el metal desde que Lord y Blackmore comenzaron sus duelos. El disco fue remasterizado en 2002, regrabando las partes de bajo y batería originales de Daisley y Kerslake por parte de Robert Trujillo y Mike Bordin, debido a temas de demandas judiciales, ya quea que tenéis aquí, sin embargo, es la versión buena, auténtica y genuina, la que contiene la magia que perdura.
YOU CAN'T KILL ROCK 'N' ROLL!!!
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