Este es el tercer larga duración del cuarteto danés liderado por el vocalista Brian Rich y el talentoso guitarrista Benny Petersen, que junto al batería Per Fisker y al bajista Soren Jee Johansen, formaron en Copenaghe Jackal, y que, bajo esta misma formación, editaron tres joyitas dignas de profundo aprecio para todo buen aficionado al buen Metal: 'Rise' (1990), 'Vague Visions' (1993) y este fenomenal pedazo de disco, en 1994.
En realidad publicaron un cuarto disco, titulado 'IV', en 2009, pero fue más un intento de Rich por mantener a flote el nombre que otra cosa.
ESTE fue el gran momento de la banda, aquí se encontraban a toda máquina, en su apogeo.
Tras los dos primeros avisos, donde ya demostraban su tremendo talento, Jackal explosionan creativamente con 10 temas que poseen mucha más 'chicha' de la que en un principio pudiéramos pensar. Primero de todo, un aspecto importante en esto del Heavy Metal: NO TECLADOS.
Para nada. O sea, sin azúcares añadidos.
Estupendo.
Segundo, a Jackal no le pega ninguna etiqueta convencional.
¿Difícil de definir?. Bueno, digamos que a ratos te pueden recordar a Maiden, a ratos a Mercyful Fate, en algunos momentos a algo más melódico, y en otros muchos momentos a... nadie en concreto.
Tal vez 'progresivo' fuese el término que más se les aproximase, pero es un 'prog' con una dosis extra de agresividad, de Heavy.
Y tal vez sea precisamente por el hecho de no usar teclados. 'Power' sería también una definición adecuada, pero con mucha más mala hostia que muchas otras bandas del género, sustituyendo los estribillos fáciles por concisas demostraciones de maestría en los solos incendiarios, extraordinarios, preciosos y precisos de Petersen, sobre una base rítmica puramente metálica, y con unos arreglos de lujo. Sin andarse por las ramas innecesariamente, pero con la suficiente imaginación y creatividad para mantener un toque de majestuosa originalidad.
Y haciendo gala de una técnica perfecta, como buenos nórdicos, de formación clásica y con fundamentos musicales sólidos.
Musicazos, vaya.
Y con una impecable producción, simple y pura.
El final fue un cúmulo de desgracias que truncaron tan prometedora trayectoria. Un accidente de tráfico, tras la publicación de este álbum y justo después de haber girado por Japón, dejó a Rich fuera de combate, y durante la espera la banda prácticamente se disolvió.
El intento de Rich de resucitar a la fiera en 2009 con 'IV' no funcionó (faltaba indudablemente el ingenio de los otros tres miembros originales), y el 4 de abril de 2013 el pobre Rich se suicida tan sólo dos semanas después de que lo hubiera hecho su pareja de toda la vida.
Triste final para un tipo que se merece estar entre lo más grandes vocalistas del Metal.
Y para una pedazo de banda que atesoraba autenticidad, calidad, energía y fuerza a cascoporro.
Un delito grave no apreciarlos.
http://depositfiles.com/files/zi9hx7mi3
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