...Y tú mientras asumiendo, rebuscando, renegando de tu tiempo...
Eso cantaba el maestro Rosendo hace ya algunos años; y diréis: ¿qué coño tiene que ver Rosendo con Black Sabbath?.
Pues, aparte de pertenecer de algún modo al universo del Rock, y de ser un extraordinario guitarrista, al igual que Iommi, aunque con estilos diferentes, creo que poco más.
Lo que pasa es que la frase me venía de lujo para comenzar a escribir...
En estos tiempos difíciles que estamos viviendo, una vez asumida la situación y después de renegar amargamente de dicho tiempo, estuve rebuscando entre viejos vinilos, 'cassettes' y cd's, y ante mis ojos apareció esta joya. Tras soplar la fina capa de polvo que cubría la icónica portada, comenzaron a aflorar los recuerdos.
Todos buenos, por supuesto.
Eché un vistazo a la lista de temas y recordé con claridad la broma psicotrópica de 'FX' , la carga melancólica y nostálgica de 'Changes' y la paz bucólica de ´Laguna Sunrise', los tres temas más diferenciados del resto, los que sirven para tomar aire.
Con menos claridad, con más brumas, resonaba lejana y confusa en algún rincón de mi cerebro la música. La evocaba densa, pesada y contundente, algún riff, alguna melodía, y rememoré tenuemente la atmósfera oscura, opresiva y electrizada que dejaba el álbum durante y tras su escucha. Como es lógico, ni que decir tiene que me dispuse a escucharlo de nuevo tras mucho tiempo de no haberlo hecho.
Y confieso que aunque ya no tengo ni 15 ni 20 años, me emocioné igual que en aquellos tiempos de juventud.
Volví a ser sacudido por esa energía atávica, poseído por esa fuerza oscura e irresistible, mi alma volvió a viajar por esos mundos extraños, fascinantes, maravillosos, donde la oscuridad deslumbra y la luz ciega, alucinantes...
Tras casi tres cuartos de hora regresé al mundo real con la certeza de que el arte de Black Sabbath es esencial para la vida.
Y no, no voy a pretender describir o explicar las características de esa expresión artística sublime y divina. Para eso ya hay cientos de artículos a los que os podéis remitir (ahí abajo va un enlace de muestra).
Las palabras, meras manifestaciones humanas y mortales, no pueden dar una idea de lo que estos cuatro dioses que formaban Black Sabbath realizaron entonces, en la noche de los tiempos, alentando así el crecimiento y fortalecimiento de ese monstruo recién creado: el Heavy Metal.
Tan sólo decir que si una criatura que va a cumplir muy pronto medio siglo de existencia sigue con el pulso de su duro corazón igual de firme que cuando fue creada no es un clásico esencial e imprescindible, entonces no lo es nada.
Ah! y me he prometido a mí mismo no volver a dejar pasar tanto tiempo sin revisitar de vez en cuando a la banda más grande de todos los tiempos, joder.
https://www.metal-archives.com/reviews/Black_Sabbath/Black_Sabbath_Vol_4/492/
https://www.sendspace.com/file/tz10dg
https://turb.to/cguy0qaycskr.html
https://hitf.to/Dyacpkk
https://icedrive.net/0/a4K1Y2liGS
Eso cantaba el maestro Rosendo hace ya algunos años; y diréis: ¿qué coño tiene que ver Rosendo con Black Sabbath?.
Pues, aparte de pertenecer de algún modo al universo del Rock, y de ser un extraordinario guitarrista, al igual que Iommi, aunque con estilos diferentes, creo que poco más.
Lo que pasa es que la frase me venía de lujo para comenzar a escribir...
En estos tiempos difíciles que estamos viviendo, una vez asumida la situación y después de renegar amargamente de dicho tiempo, estuve rebuscando entre viejos vinilos, 'cassettes' y cd's, y ante mis ojos apareció esta joya. Tras soplar la fina capa de polvo que cubría la icónica portada, comenzaron a aflorar los recuerdos.
Todos buenos, por supuesto.
Eché un vistazo a la lista de temas y recordé con claridad la broma psicotrópica de 'FX' , la carga melancólica y nostálgica de 'Changes' y la paz bucólica de ´Laguna Sunrise', los tres temas más diferenciados del resto, los que sirven para tomar aire.
Con menos claridad, con más brumas, resonaba lejana y confusa en algún rincón de mi cerebro la música. La evocaba densa, pesada y contundente, algún riff, alguna melodía, y rememoré tenuemente la atmósfera oscura, opresiva y electrizada que dejaba el álbum durante y tras su escucha. Como es lógico, ni que decir tiene que me dispuse a escucharlo de nuevo tras mucho tiempo de no haberlo hecho.
Y confieso que aunque ya no tengo ni 15 ni 20 años, me emocioné igual que en aquellos tiempos de juventud.
Volví a ser sacudido por esa energía atávica, poseído por esa fuerza oscura e irresistible, mi alma volvió a viajar por esos mundos extraños, fascinantes, maravillosos, donde la oscuridad deslumbra y la luz ciega, alucinantes...
Tras casi tres cuartos de hora regresé al mundo real con la certeza de que el arte de Black Sabbath es esencial para la vida.
Y no, no voy a pretender describir o explicar las características de esa expresión artística sublime y divina. Para eso ya hay cientos de artículos a los que os podéis remitir (ahí abajo va un enlace de muestra).
Las palabras, meras manifestaciones humanas y mortales, no pueden dar una idea de lo que estos cuatro dioses que formaban Black Sabbath realizaron entonces, en la noche de los tiempos, alentando así el crecimiento y fortalecimiento de ese monstruo recién creado: el Heavy Metal.
Tan sólo decir que si una criatura que va a cumplir muy pronto medio siglo de existencia sigue con el pulso de su duro corazón igual de firme que cuando fue creada no es un clásico esencial e imprescindible, entonces no lo es nada.
Ah! y me he prometido a mí mismo no volver a dejar pasar tanto tiempo sin revisitar de vez en cuando a la banda más grande de todos los tiempos, joder.
https://www.metal-archives.com/reviews/Black_Sabbath/Black_Sabbath_Vol_4/492/
https://www.sendspace.com/file/tz10dg
https://turb.to/cguy0qaycskr.html
https://hitf.to/Dyacpkk
https://icedrive.net/0/a4K1Y2liGS
No hay comentarios:
Publicar un comentario