Un clásico. El primer y, posiblemente, mejor lanzamiento de los thrashers británicos Sabbat, una de las bandas más singulares de su época.
En una esquina tenemos a Andy Sneap (ahora más conocido por su faceta de productor) soltando a diestro y siniestro letales riffs 'rompecuellos' y ardientes solos, y en la otra tenemos a una de las voces más encantadoras que puedas encontrar a cargo de Martin Walkyer, que realiza un asalto vocal demoledor, vomitando furiosamente letras inteligentemente provocadoras entre la polvareda levantada por ese par de caballos salvajes desbocados que son Simon Negus en los tambores y Frazer Craske al bajo, con mención especial para éste último, que blinda con sus cuatro cuerdas perfectamente el armazón formado por la guitarra de Sneap, realizando asombrosos cambios de ritmo. Impagable discazo, digno de un lugar de honor y privilegio en cualquier colección.
Muchísimas gracias, tras escuchar el segundo album toca deleitarse con éste, increíble grupo de trash
ResponderEliminarHan pasado 30 años y cada vez me gusta más. Insuperables.
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