En 1994, este quinteto brasileño irrumpía con fuerza en la escena metálica mundial gracias a su excelente debut, Angels Cry, con su particular forma de entender el Heavy Metal, aportando ideas nuevas y muy buenas. Pues bien, tras ese acertado primer paso, vino la confirmación. Con Holy Land, Angra se metían en la Primera División y por la puerta grande. Con una producción inmaculada (a cargo ni más ni menos que de los "magos" Charlie Bauerfeind y Sasha Paeth) y grabado en los estudios de Kai Hansen en Hamburgo, los brasileños nos ofrecen un disco excelente de principio a fin. Variado, potente y sólido, melódico, lleno de originalidad y de extraordinarias composiciones, mezclando y fusionando lo sinfónico, lo tradicional, lo progresivo, lo étnico, lo clásico, la caña, la velocidad (escucha "Carolina IV", y dime si no es todo un prodigio de creatividad...), y lo que pone la guinda a tan suculenta tarta, unos textos serios. Una receta mágica y original que es como la de la Coca-Cola, nadie la ha podido copiar al 100%, y funciona de maravilla. Matos, Confessori, Loureiro, Mariutti y Bittencourt... cinco genios a toda máquina.
WELCOME TO THE HOLY LAND!!!
Muy buen trabajo de estos muchachos, uno de sus mejores discos. gracias por el aporte
ResponderEliminarme los llevo todos man, gracias! ;)
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