Siempre que se habla de la escena del Thrash y el Death en los EE.UU, y más concretamente en Florida, nos vienen enseguida a la mente nombres como Obituary, Death, Six Feet Under o Morbid Angel, incluso Iced Earth, pero por desgracia, poca gente reconocerá en ellos la herencia legada y la influencia ejercida por Nasty Savage, verdaderos pioneros del género.
Tras haber publicado 4 discos entre 1985 y 1989, 14 años después de su disolución, regresaban en 2004 con un álbum que logró colocar a la banda bajo los focos de nuevo.
Y es fácil entender el por qué escuchando 'Psycho Psycho'.
Ni por un momento pienses que se trata del típico álbum de regreso de cuatro viejas glorias con ganas de asear sus cuentas bancarias. 'Psycho...' es el disco de una banda comprometida con sus seguidores, repleta de energía y entusiasmo.
Tan maníacos como siempre, y aferrados a su sonido genuino de la vieja escuela (de su vieja escuela). Esa mezcla única y demoledora de Thrash original con el Power estadounidense que ejecutan con maestría y honestidad, con buenas ideas y aportando razones a todo el mundo de por qué el nombre de Nasty Savage ha dejado huella en el devenir de esta música, incluso puede que este álbum sirviera para el resurgir de ese estilo.
La formación es la clásica, lo que hace que desde el primer guitarrazo su sonido agresivo, repleto de imponentes riffs, sea reconocible.
Dave Austin y Ben Meyers, veteranos y curtidos 'hachas', acometen cada machacón riff y cada inspirado solo ('Hell Unleashed' o 'Betrayal System', por ejemplo, soberbios) con determinación férrea, construyendo un muro de sonido denso y oscuro, con la aportación impagable de una base rítmica vigorosa como la de Curtis Beeson a la batería y el ya fallecido bajista Richard Bateman. Un muro casi infranqueable para todos, salvo para la voz del amigo Ronnie, tan 'psicótico' y carismático como siempre. Todo un personaje.
Dave Austin y Ben Meyers, veteranos y curtidos 'hachas', acometen cada machacón riff y cada inspirado solo ('Hell Unleashed' o 'Betrayal System', por ejemplo, soberbios) con determinación férrea, construyendo un muro de sonido denso y oscuro, con la aportación impagable de una base rítmica vigorosa como la de Curtis Beeson a la batería y el ya fallecido bajista Richard Bateman. Un muro casi infranqueable para todos, salvo para la voz del amigo Ronnie, tan 'psicótico' y carismático como siempre. Todo un personaje.Mezclando experiencia e ímpetus renovados, los entrañables 'Nasties' regresaban para demostrar que seguían vivos y con ganas de armarla, y siguieron haciéndolo con apariciones esporádicas en diferentes festivales y actuaciones hasta 2012, año en que cesaron la actividad, aunque reaparecieron de nuevo en 2016, pese a lo cual no han vuelto a publicar material nuevo.
Una banda influyente y venerada con auténtica devoción por una cohorte fiel de seguidores, envuelta siempre en un cierto halo mezcla de agresividad, oscuridad, carisma y también diversión desenfrenada, y a la que las bandas de hoy día deben mucho.
La verdad, cuando 'Psycho Psycho' fue publicado no sólo nos alegramos los aficionados al buen Metal; los vendedores de televisores también se alegraron mucho, por cierto.
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