Tercer trabajo de los thrashers de Atlanta, con el que finalizaban su primera etapa de existencia, hasta su reaparición en 2005. Pese a ser una de las bandas pioneras que estuvieron involucradas en el alumbramiento del Thrash metal y haber contribuido a su crecimiento con sus tres primeros discos, Hallows Eve nunca llegaron a romper el techo y situarse en primera línea, siendo más bien unos 'secundarios de lujo', utilizando un símil cinematográfico, y sus discos serían como esas producciones de terror de serie B, llenas de encanto por la fe con la que están hechas. Hallows Eve se sentían como en casa moviéndose siempre en el terreno del Thrash más desaliñado y zarrapastroso, cercano al Hardcore o incluso con algún 'tufillo' a Punk, y no lo hacían nada mal. Sea como fuere, fueron, y siguen siendo, una banda de las que merecen un respeto. Sin duda alguna.
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