

Para mí, este es absolutamente uno de los clásicos del metal underground de los ochenta en EE.UU., un debut formidable de una buena banda.Liege Lord, originarios de Connecticut, llevan sin duda toda la majestad medieval del metal épico en su sangre.
Su sonido, una especie de acelerados Iron Maiden filtrados a través del peculiar estilo épico de Omen o Cirith Ungol.
Eso sería suficiente para tenerlos en cuenta, pero como músicos también fueron una raza aparte. El bajista Matt Vinci hace un trabajo estelar, como lo hacen los guitarristas Tony Truglio y Pete McCarthy con sus fuertes riffs, para dar paso a los solos construidos con capacidad y estilo.
Y luego está el cantante Andy Michaud, que a pesar de no poseer una enorme gama vocal, lidera este combo de metal con un estilo lleno de potencia controlada y claridad.
El contenido del disco es bastante uniforme, pero algunas pistas realmente son auténticos himnos de espada y brujería. "Wielding Iron Fists" posee un encanto perversamente escrito, "For The King" es tan pretencioso y noble como su título indica, y "Dark Tale" cuenta con la estructura propia de una "saga heroíca" de Manowar.Un álbum clásico en su especie, Liege Lord crearía otras dos portentosas obras, "Burn To My Touch" en 1987 y "Master Control" en 1988, y serían venerados años después de su desaparición por su profunda influencia sobre la oleada de Power Metal de finales de los noventa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario