Este disco es uno de los más importantes en la trayectoria de U.F.O., ya que tras el golpe sufrido por el abandono de Schenker justo cuando la banda estaba en su mejor momento musical, (ya que en lo personal las cosas no iban tan bien, debido a algunos roces internos y algunos problemas de drogas y alcohol de algunos de sus miembros) supuso un impulso vital para salir de esa difícil situación, sobreponiéndose a todos esos problemas saliendo además por la "puerta grande". El principal acierto fue sin duda el músico elegido para reemplazar a Schenker: Paul Chapman, un guitarrista magnífico que ya desde el primer tema del disco, "Lettin' Go", deja bien claro que no es un simple "sustituto" si no que, a pesar de ser su primer trabajo con U.F.O. y no colaborar todavía en la composición de los temas, es perfectamente capaz de llenar el inmenso hueco dejado por el alemán, con un trabajo de guitarras realmente extraordinario a lo largo de todo el disco. Si a esto añadimos la personalidad y creatividad de la "máquina Way - Mogg", más el "apoyo logístico" de Parker y Paul Raymond, obtenemos un brillante disco de Heavy - Rock (otro más) de U.F.O., que en esta ocasión contaron además con la producción de George Martin, famoso por sus trabajos con los Beatles, producción impecable, por cierto. No Place To Run es una de esas joyas inadvertidas que debes descubrir. A por él!!!.
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