El mítico líder de Mercyful Fate, el hombre de las mil voces, el danés King Diamond, decide en 1985 iniciar su carrera en solitario, aunque más bien se trata de un cambio de nombre, pues sigue en la misma línea de lo que hacía con su antigua banda. De hecho, en este disco hay más de un 50% de Mercyful Fate, pues le acompañan Michael Denner a la guitarra y Timmi Hansen al bajo, además de Andy La Rocque a la guitarra y Mikkey Dee a la batería. Estilísticamente es, como digo, muy parecido a M.F., temas oscuros, de guitarras afiladas, con constantes cambios de ritmo y efectivos solos de estos dos ases de las seis cuerdas, más la espeluznante voz (voces) del King. Lo más resaltable es que este fue el inicio de una serie de discos conceptuales en los que King Diamond va un poco más allá en este campo, narrando tema tras tema una terrorífica historia, lo cual le sirve de pretexto para sacar partido a su versátil voz, interpretando a los distintos personajes de la trama, y todo ello completado con una puesta en escena muy teatral en sus directos. Para muchos, se trata del mejor disco de King Diamond en solitario, y puede que no les falte razón. Se trata de un disco muy imaginativo, sólido y lleno de fuerza.
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