Tras 15 años de silencio ensordecedor, los londinenses Tank volvían a la acción con el lanzamiento de Still AT War en 2002, lanzamiento que a la postre sería el último antes de la separación definitiva.
Con la tenacidad de un pitbull gruñón, Tank te atrapa y te sacude con una ferocidad que te hará rendirte ante estos maestros del género.
El duelo de guitarras de Mick Tucker y Cliff Evans (qué dos pedazo de guitarristas),
amenaza una vez más con desgarrarte la piel con una ráfaga de riffs metaleros demoledores, diseñados para destruir todo lo que se interponga en su camino, además de unos solos extraordinarios.

Para muestra, 'The World Awaits'.
A medio tiempo o a velocidad de crucero, eso da igual.
Con aires de himnos inmortales, los temas se deslizan uno tras otro con tanta facilidad que se convierten en un asalto virtual de heavy metal para los sentidos.
Esta es una obra implacable, diseñada para el máximo disfrute al máximo volumen. Sonido puro, limpio y poderoso.
Still At War es una gran dosis de medicina metalera que te curará cualquier mal.
Puede que no sean tan conocidos como otros grupos, pero este álbum demuestra que son tan buenos como muchos que se han convertido en nombres conocidos.
¡Hazte un favor y libera al metalero que llevas dentro con este fantástico disco!